ECONOMÍA POLÍTICA
Es una rama de la ciencia económica que estudia cómo, desde el Gobierno, se organiza la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios en las distintas sociedades.
En otras palabras, esta materia analiza cómo los Estados administran la economía, tomando en consideración variables sociales y políticas.
Visto de otro modo, se puede decir también que esta ciencia estudia la relación entre el poder político y la economía de un país.
Características
de la economía política
·
Observa y
clasifica los hechos con el fin de hacer resaltar las similitudes y
regularidades que caracterizan a los comportamientos humanos
·
Nos ayuda a
entender cómo los Gobiernos toman de sus decisiones de política
fiscal y monetaria.
·
Luego se
sacan conclusiones correctas a partir de los hechos. En este campo, a la teoría
economía le corresponde elaborar conceptos, buscar los determinantes y efectos
de un fenómeno, aportando una explicación simplificada de la realidad
económica.
·
Elabora, en
función de ciertos objetivos y condiciones dadas, las normas para utilizar los
recursos
Clasificación de la economía:
1. Microeconomía
estudia las variables individuales. Esto es, el comportamiento de los agentes
económicos por separado.
2. Macroeconomía
estudia la economía de un lugar, país o conjunto de países.
3. Positiva: se
basa en especificar, demostrar y responder cuestiones económicas desde la
razón, es decir, desde un punto de vista objetivo por el cual suceden las
cosas. En la economía positiva no se dan consejos para remediar los problemas
económicos, sino que se describen los problemas que afectan a la economía, sin
mencionar si los resultados serán positivos o negativos, a través de datos
concretos y certeros. Ejemplos: El
crecimiento del PBI durante el 2017 fue de 5.5%. La inflación disminuyó un 3%
en el mes de marzo. En el último semestre se abrieron 300 nuevas PYMES. La
presión tributaria aumentó durante el último año.
4.Normativa: se
encarga de dar opiniones personales, de manera subjetiva, acerca de lo que
realmente debería ser dentro de un marco económico. No es nada objetiva, sino
más bien se hace a partir de un juicio de valor. Busca responder a la pregunta
«¿Qué debería ser?» o «¿Qué debe hacerse?». Ejemplos: El crecimiento del PBI durante el 2017 fue muy bajo. Debido a la poca
cantidad de trabajo en las zonas rurales, hubo un aumento en la población de la
zona urbana. Las jubilaciones deberían aumentarse un 10%. El aumento del nuevo
impuesto perjudica el estilo de vida de las personas con bajos recursos. En el
último año se hicieron pocas mejoras en las obras de la vía pública. El desarrollo
de la siembra de frutas y verduras contribuirá a la economía de los productores
y a los consumidores.
5. Dinámica económica:
Estudia de los fenómenos económicos en su relación con el tiempo, las variables
están referidas a diferentes fechas, para poder conocer el proceso de cambio o
trayectoria temporal del sistema económico que el modelo representa.
6. Estática económica:
estudia estados de equilibrio haciendo abstracción del tiempo, como si todas
las cosas ocurrieran en la misma fecha y no fueran a cambiar a lo largo del
tiempo.
Historia de
la economía política
Se puede
decir que la economía política surgió con el mercantilismo en el siglo XVI. Dicha
doctrina postulaba que los países eran más ricos conforme acumulaban la mayor
cantidad de piedras preciosas. Por esa razón, se postulaba que las naciones
debían lograr una balanza comercial positiva.
Luego, hacia
finales del siglo XVII nació la fisiocracia que, como respuesta al
mercantilismo, afirmaba que la naturaleza, particularmente la agricultura, era
la fuente de la riqueza.
Posteriormente,
apareció Adam Smith en el siglo XVIII, quien se
centró en el trabajo humano como la fuente de la riqueza. Su recomendación, en
líneas generales, era que el Estado dejara a los agentes perseguir de manera
individual su propio beneficio económico. De ese modo, el colectivo también
alcanzaría la mejor situación posible. A este periodo se le denomina el de la
economía política clásica.
Luego, en el siglo XIX, vinieron Karl Marx y Friedrich Engels, quienes pusieron el foco en cómo se distribuyen los excedentes económicos. Marx, en particular, se refiere a una plusvalía de la cual se apropian los capitalistas y que es generada por los trabajadores.
Marx explica el sistema económico diferenciando entre clases sociales, advirtiendo la explotación del proletariado. Frente a ello, sostiene que los medios de producción (bienes de capital) no deben pertenecer a los agenees privados (capitalistas), sino al Estado.
Finalmente, se puede decir que hay una economía política neoclásica, que surge entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Esta rompe, por ejemplo, con la teoría del valor-trabajo de la mercancía, postulando que el valor de los bienes es determinado por factores como la escasez o la valoración en términos de utilidad.
Además, la economía política neoclásica se centra no en la producción de los bienes, sino en la dinámica que permita su intercambio en un mercado en equilibrio.
¿De
qué se ocupa la Economía Política? La actividad económica
Economía: se ocupa de un amplio campo de actividades orientadas a satisfacer
nuestras necesidades materiales (proporcionarnos nuestro sustento diario). Los
negocios ordinarios de la vida.
Actividad
económica: aquella actividad encaminada a
satisfacer las necesidades materiales de los individuos, a procurar el uso de
los recursos que son necesarios para ello y a conseguir el patrimonio o riqueza
que, individual o colectivamente, es preciso acumular para vivir en sociedad y obtener
los bienes o servicios que nos resultan necesarios. Constantemente debe
evaluarse los costos y beneficios que reportan los distintos usos posibles de
los recursos, ya que éstos son escasos. Los recursos deben utilizarse de manera
que satisfagan las necesidades humanas de la mejor forma posible.
Los problemas económicos:
Son todas aquellas situaciones sociales que deben resolverse con cálculo de los
costes y beneficios que conlleva la decisión que se adopte. La Economía tiene
que ver con aspectos singulares de actividades no económicas cuando éstas
comporten decisiones realizadas tras el cálculo de costes y beneficios
Triple
objeto de la economía política:
1. El
de la actividad y los problemas económicos
2. El
de las categorías intelectuales que permiten su comprensión científica
3. El
de las prácticas sociales, encaminadas a organizar las relaciones sociales, a
mantener las situaciones dadas o transformarlas.
Los
problemas económicos básicos que debe abordar toda
sociedad se resumen en las tres preguntas fundamentales qué, cómo y para quién
• ¿Qué
producir?: Los recursos tienen usos alternativos, Hay que decidir asignarlos a
una producción o a otra.
• ¿Cómo producirlo?: Existen distintas formas de
producir, es decir, combinaciones distintas de factores que pueden producir lo
mismo. Es necesario decidir cuál de ellas es la más apropiada (elección de
técnicas).
• ¿Para quién producirlo?: Una vez producidos los
bienes hay que decidir cómo se reparten (problema de la distribución).
La
Economía como ciencia y como práctica social
La Economía procura proporcionar las categorías
intelectuales que permitan la comprensión rigurosa de las cuestiones que aborda
y de las leyes que las gobiernan. Debe seguir un método apropiado para
conocerlas y resolverlas y para predecir situaciones futuras. La pretensión
última de la economía es actuar para transformar las condiciones económicas en
las que se lleva a cabo nuestra vida social. En este sentido es una práctica
social. Debe, además, tratar de abordar los problemas económicos situándolos en
su contexto social y político.
La
Economía como ciencia moral: Responde a las
cuestiones que el ser humano se plantea en todos los ámbitos comporta
necesariamente reflexiones éticas. La ausencia de criterios éticos es una
limitación importante para el análisis económico, y en muchas ocasiones oculta
las auténticas razones que llevan a ciertas formulaciones que se establecen
sobre la forma de la vida social.
Las
relaciones económicas básicas
• Actividad económica: red de relaciones entre los
individuos y entre éstos y la naturaleza. • Necesidades y producción: esfuerzo
consciente para obtener lo que es necesario.
• El ser humano, como ser colectivo, transforma la
naturaleza por la producción, y de esta forma se transforma él mismo al procurarse
satisfacción. Precisa de una organización social de la producción.
• Relaciones económicas: constituyen el objeto
inmediato de la Economía Política. Pueden ser relaciones de transformación
material (rtm) o relaciones de organización social (ros).
Cada
sociedad y momento histórico se distingue por la forma concreta en que se
expresan estas relaciones: 1. Relaciones de
propiedad (ros).- Sistema de derechos de apropiación o derechos de actuación.
2. Relaciones de producción (rtm).- Relación de tipo
técnico entre los productos y los medios utilizados para la producción.
3. Relaciones de distribución o reparto (ros).-
Participación de cada sujeto en el reparto de lo producido.
4. Relaciones de consumo (rtm).- Vínculos entre los
sujetos y los productos.
Las
leyes económicas:
1. Hipotéticas
2. Estadísticas
3. Tendenciales
Historia
del pensamiento económico:
El mercantilismo es un sistema político y
económico basado en la idea de que los países son más ricos y prósperos
mientras más metales preciosos puedan acumular.
El mercantilismo y sus ideas se desarrollaron en Europa entre los siglos XVI y XVII y la primera mitad del siglo XVIII. Uno de sus pilares fundamentales fue la creencia de que los países que querían mantener una posición relevante en el contexto internacional y desarrollar su poder, debían acumular riqueza (principalmente en la forma de oro y otros metales preciosos).
Influenciado por el colonialismo y la gran cantidad de metales preciosos, materias primas y mano de obra barata que los países invasores pudieron obtener de ellas, el mercantilismo reforzó la idea de la acumulación de riqueza como reflejo de poder.
El mercantilismo como corriente de pensamiento económico tuvo su origen a principios de la Edad Moderna (siglo XVI). ¿Dónde? En Europa y concretamente en países como Francia e Inglaterra tras sustituir al feudalismo.
Además, tuvo su máxima expresión en Francia en el siglo XVI bajo el mandato de Jean Baptiste Colbert, ministro de finanzas de Luis XIV. Durante su mandato, Colbert protegió e impulsó a las empresas agrícolas e industriales de Francia a través de subsidios, créditos y otras facilidades mientras que al mismo tiempo imponía fuertes restricciones a las importaciones. Si bien es cierto, que el mercantilismo en Inglaterra fue muy importante durante la Edad Moderna.
El mercantilismo comienza a desaparecer a fines del siglo XVIII con el surgimiento de nuevas teorías económicas que tenían un carácter más liberal y se enfocaban en aprovechar las ventajas del comercio. Uno de los críticos más destacados de las ideas mercantilistas fue Adam Smith, quien proponía la idea de que el libre mercado y libre cambio son elementos fundamentales para el desarrollo económico y el aprovechamiento eficiente de los recursos.
Características del
mercantilismo
El mercantilismo, en resumen, se basa en tres características o ideas fundamentales:
·
La
acumulación de riqueza (principalmente metales preciosos) es esencial para el
desarrollo económico de un país. A mayor acumulación de riqueza, mayor
prosperidad y poder político.
·
El Estado tiene el rol de utilizar e
imponer todos los mecanismos que sean necesarios para lograr el objetivo de
acumulación de riqueza (controles, restricciones, subsidios, etc.) Su
intervención tendrá un carácter proteccionista, incentivando la producción local
al mismo tiempo que la protege de la competencia de productores extranjeros.
·
El comercio
a nivel global es inalterable. Para que el comercio ayude a la acumulación de
riqueza se deben controlar los flujos de entrada y salida de modo de mantener
una balanza de pagos positiva (exportaciones superan a las importaciones)
Cómo
funciona el mercantilismo
Algunas de
las medidas más importantes que se aplicaron para lograr el objetivo del
mercantilismo fueron:
·
Prohibición
a la exportación de metales preciosos.
·
Control de
la moneda local.
·
Impuestos y
restricciones a las importaciones.
·
Control de
los recursos naturales.
·
Subsidios,
beneficios y facilidades a los productores locales (principalmente del sector
agrario e industrial).
·
Fomentar el
crecimiento de la población trabajadora.
·
Tender a una
mano de obra barata que ayudara al país a ser más competitivo a nivel
internacional.
·
Privilegios
fiscales a las exportaciones y a la producción local.
Ventajas y
desventajas del mercantilismo
Entre las
ventajas del mercantilismo podemos destacar:
·
Permitía
tener bajo control el comercio exterior del país.
·
En teoría
hacía que la producción nacional fuese más fuerte y estuviera protegida frente
al exterior.
·
Favorecía la
acumulación de metales preciosos como el oro.
·
La balanza comercial del país tenía superávit.
Por su
parte, las desventajas más importantes del mercantilismo son:
·
El impulso
de los monopolios y los controles del Estado sobre los productos provocó
subidas de los precios.
·
Además, lo
anterior dio origen a situaciones de contrabando.
·
Proponía que
la acumulación de riqueza dependía de la cantidad de metales precioso. La
evidencia científica ha demostrado que esta idea es errónea.
·
En este
sentido, proliferaron los piratas que saqueaban barcos y colonias para quedarse
con los enseres de más valor.
·
Las colonias
fueron sobreexplotadas para extraer metales preciosos.
Principales representantes
del mercantilismo
Entre los principales autores mercantilistas, conviene resaltar los siguientes:
·
Thomas Mun.
·
Jean
Baptiste Colbert (Colbertismo).
·
Antonio
Serra.
·
Jean Bodin.
Origen de La fisiocracia:
como se denomina a esta
corriente, fue una escuela de pensamiento económico fundada en el siglo XVIII por el
economista francés François Quesnay. Esta corriente nace y se desarrolla
exclusivamente en Francia, como respuesta al mercantilismo y su ideología.
La fisiocracia, nacida en el 1750, fue una corriente de pensamiento económico, la cual basaba su ideología principal en la escasa intervención del estado en la economía. Los fisiócratas, en contraposición del mercantilismo y su fuerte apuesta por la intervención del estado en la economía, apoyaban una corriente más libre. Una corriente basada en que la economía poseía un fenómeno natural, el cual da origen a parte del término “fisiócrata» (“physis”, naturaleza en griego), que regulaba el mercado por sí solo. Quesnay, así como Turgot, formaron lo que sería una de las primeras escuelas en contra de la intervención del estado. Por otro lado, dando origen, posteriormente, al liberalismo económico, al influir en la vida de Adam Smith.
Los fisiócratas creían en un fenómeno natural del mercado que garantizaba el buen funcionamiento del estado sin necesidad de un estado que intervenga en el. Entre sus expresiones más reconocidas, se encuentra el término “Laissez Faire”, frase que, en francés, significa “dejar hacer”.
Ideas fundamentales de la
escuela fisiócrata
La fisiocracia, como corriente de pensamiento, basa sus ideas principales en dos cuestiones fundamentales -basadas en la ley natural, aunque luego desarrolla otras para el cumplimiento íntegro de la ideología fisiócrata:
·
En primer
lugar, la ley natural; la cual defendía esa innecesaria
intervención del estado por la autorregulación y el buen funcionamiento de un
mercado sin la necesidad de que lo intervengan. Los fisiócratas consideraban
que la intervención del estado impedían que la naturaleza manifestase su ley
natural, ya que el estado era incapaz de interpretar el derecho natural, por lo
que se impide el conseguimiento de los beneficios del orden natural.
·
En segundo
lugar, la productividad exclusiva de la agricultura. Para Quesnay, la
agricultura, muy practicada en la economía por aquel entonces, era la única
fuente de productos netos. Es decir, Quesnay consideraba a la tierra como la
única fuente de riqueza, así como a la agricultura el multiplicador necesario.
La agricultura, para los fisiócratas, era la única actividad que generaba
un excedente superior a los recursos utilizados, considerando al resto de
ramas de producción como “estériles”, ya que no gozaban de esa capacidad que sí
poseía la agricultura.
Principios
de la fisiocracia
Aún siendo
estos dos puntos anteriores sus principios elementales, la fisiocracia basó su
ideología en más premisas para conseguir el funcionamiento óptimo de la
economía. Estas ideas, en consonancia con los dos principios elementales,
constituían el sistema perfecto para los fisiócratas.
·
La propiedad privada. Para los fisiócratas, la propiedad
privada era un derecho fundamental. Pues aspiraban a la garantía total del
derecho a que el hombre pudiese poseer lo obtenido con su propio trabajo.
Solamente garantizando la propiedad privada podría existir el progreso
económico. De esta forma, la garantía de la retroalimentación entre trabajo y
propiedades garantizaba el esfuerzo de los individuos y los intereses de seguir
progresando. Además, en base a la desigualdad y la concentración de riqueza,
los fisiócratas consideraban la desigualdad como un factor determinante para el
crecimiento. Su punto de vista acerca de la economía proponía que la igualdad
absoluta impedía la generación de riqueza, consideraban.
·
A la
propiedad privada la sigue el cuestionamiento del sistema mercantilista
y la defensa que hace este del comercio exterior como fuente de riqueza. Los fisiócratas consideraban el
comercio exterior como un trueque, el cual era una fuente de riqueza “estéril”.
Con esto no es que los fisiócratas rechazasen el comercio, pues consideraban
que toda la actividad económica era relevante. Los fisiócratas que el comercio
no era la principal fuente de riqueza, así como un error el principio
mercantilista de acumular oro y plata como riqueza. Para los fisiócratas,
el comercio debía ser
libre y
servir como método para obtener recursos que no pueden obtenerse en el país,
pero no como motor de crecimiento y desarrollo. Además, consideraba el comercio
como una amenaza para el bienestar al ser el posible causante de
las guerras al enriquecerse unas de otras.
·
También se
encuentra entre los principios, aún habiendo sido mencionado superficialmente
en la creencia de la ley natural, el liberalismo económico, o lo que
los fisiócratas hacían referencia en la expresión “Laissez faire”. Para
los fisiócratas, el liberalismo económico era irrenunciable para el cumplimiento
del orden natural. Estos consideraban que la excesiva regulación del estado,
las prohibiciones, los controles y límites de la producción, así como cualquier
intervención del estado, impedía el buen funcionamiento de la economía.
Incluso, toda intervención para corregir la desigualdad de un país, en
consonancia con la idea de la acumulación de riqueza, en la mente de los
fisiócratas no estaba justificada. Es por ello que uno de sus principios más
básicos es el liberalismo económico, rechazando así cualquier intervención que
impida el desarrollo económico que contempla el orden natural.
·
Por último,
se encuentra lo que los fisiócratas denominaban como impuesto único. Para los fisiócratas, la mejor manera de gravar con
impuestos a una economía era la de gravar con un impuesto único directo
al producto neto. Para los fisiócratas, aplicar impuestos a otras actividades
económicas que no
fuese la producción neta, exenta de relación con costes de producción, acabaría
perjudicando a la economía, ya que trasladaría estos impuestos vía costes hasta
el producto neto. Una teoría que también defendía el filósofo John Locke, considerado como el padre del
liberalismo clásico.
Historia de
la fisiocracia
Como
respuesta al mercantilismo, en el siglo XVIII, se originan dos nuevas escuelas
económicas que
pretenden acabar con la corriente que predominaba. Estas escuelas, una en
Francia y otra en Gran Bretaña, eran la escuela fisiócrata y la escuela liberal
clásica. Una impulsada por el economista francés François Quesnay, y otra
impulsada por el afamado economista escocés Adam Smith, surgieron como
respuesta a la idea mercantilista, ofreciendo una alternativa liberal a la gran
apuesta que hacían los mercantilistas por una economía intervenida. La
fisiocracia, considerada por algunos la madre de las ciencias sociales, derivó
en lo que se conoce como el periodo de la ilustración. Durante el siglo XVIII
se aplicaron teorías que desarrollaron los fisiócratas, aunque estas no fueron
en la forma que lo idearon los padres teóricos de la fisiocracia.
Durante la
guerra de los siete años, donde Francia jugaba un papel fundamental, la
fisiocracia comenzó a tener un gran peso en la economía. Muchas ideas
fisiócratas vieron la luz y comenzaron a implantarse en el sistema económico.
Medidas que acabaron con muchas políticas mercantilistas que impedían el
librecambismo, la regulación de precios, la exclusividad de los gremios, así como una gran relación de
impuestos a la tierra. Una serie de ideas con las que la escuela fisiócrata
acabó. Esto fue posible gracias a la presión mediática de los diarios
económicos de la década, así como la promoción de las ideas fisiócratas.
Medidas que acabaron aplicándose y que trajeron beneficio, pero que acabaron
dando paso al sistema capitalista. Un nuevo sistema en el que el
desarrollo industrial primó sobre el desarrollo agrícola que promovían los
fisiócratas.
Críticas a
la escuela fisiócrata
Pese a que
muchos economistas han reconocido el aporte de los fisiócratas a la economía,
la fisiocracia también ha sido duramente criticada por grandes opuestos a lo
largo de la historia.
Entre las
teorías más polémicas para estos autores estaba la de la producción agrícola
como única fuente de riqueza. Pues estos la subestimaban con estudios en los
que trataban de demostrar la pobreza de aquellos países que primaron la
producción agrícola frente a la industrialización de la economía como método de
desarrollo. También fue criticable por estos la idea de un impuesto único, así
como la visión de los fisiócratas acerca de la intervención del estado. No
obstante, siguen primando los aportes de esta corriente de pensamiento, así
como los aportes en el contexto histórico que vivían los fisiócratas en el país
galo.
Llamamos
Revolución Industrial al cambio fundamental que se produce en una sociedad
cuando su economía deja de basarse en la agricultura y la artesanía para
depender de la industria. Localización: La Revolución Industrial nace en Gran
Bretaña y se extiende luego al resto de Europa. Antecedentes: La economía
existente antes de la revolución industrial estaba basada en el mundo agrario y
artesanal; tres cuartas partes de la población subsistían con trabajos
agropecuarios. Principalmente estaba basada en el autoconsumo y no en la
comercialización de los productos obtenidos, puesto que además la productividad
era muy baja. Las ciudades eran pocas, pequeñas y poco desarrolladas. Hay que
recordar que el régimen de gobierno de estas sociedades eran las monarquías
absolutistas, en las que todo, incluyendo las personas, se consideraban una
propiedad del rey.
Origen y nacimiento de la Revolución Industrial:
Nace en Gran Bretaña a mediados del
siglo XVIII. Fue posible por la existencia de una monarquía liberal y no
absolutista, que consiguió evitar el panorama de revoluciones que se estaban
extendiendo en otros países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque
estuvo involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se
unió una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. El Banco de
Inglaterra se fundó en 1694.
Principales
características: Se produce un cambio rápido y en profundidad que afecta a
todas las estructuras de la sociedad. Los cambios serán tecnológicos, socioeconómicos
y culturales. Los tecnológicos irán desde el uso de nuevos materiales como el
acero a fuentes energéticas como el carbón y máquinas motrices como la máquina
de vapor, considerada como el motor inicial de la Revolución Industrial.
Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen aumentar rápidamente la
producción con poco personal. Surgen técnicas para el desarrollo del trabajo y
la especialización de la mano de obra. El transporte se desarrolla tanto por
trenes como por barcos, lo que junto con otros inventos harán crecer el papel
de la industria y el comercio.
Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento de los conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias. Los cambios sociales más notables derivan del crecimiento de las ciudades y el consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte aumento demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de la mortalidad catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las vacunas, y a una mejor alimentación de la población). Esto provocará que la población europea se multiplique en pocos años.
Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el éxodo de población rural hacia las ciudades (la revolución agrícola disminuyó las necesidades de mano de obra en el campo) da lugar a la aparición de una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a partir de los barracones en los que viven los obreros. Las condiciones de vida de estos empleados son penosas, tanto en las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que habitan. En las fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna seguridad laboral y jornadas que superan las doce horas diarias, siete días a la semana. En los suburbios superpoblados y sucios son víctimas de epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por estas condiciones les lleva a organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen los movimientos obreros de protesta.
Consecuencias de la Revolución Industrial: En principio la Revolución industrial produjo un cambio radical en todos los ámbitos de la sociedad inglesa y, más tarde, del resto de las sociedades europeas, creando un nuevo modelo de vida. El desarrollo industrial y minero, el aumento de la productividad, el crecimiento de las ciudades y la mejora del comercio nacional e internacional contribuiran a un gran crecimiento demográfico debido al aumento de la natalidad y de la esperanza de vida. La revolución industrial en España fue mucho más tardía que en el resto de Europa. España seguía inmersa en un mundo rural en el que los cambios fueron mínimos. Las malas comunicaciones, tanto interiores como con Europa, acentuaron el retraso. Los talleres seguían siendo artesanales y la producción se especializaba por zonas dependiendo de los recursos disponibles.
La revolución industrial fuera de Europa: En Estados Unidos comenzó al terminar la guerra civil, a finales del siglo XIX. Estados Unidos había alcanzado a Gran Bretaña en potencial industrial y tenía un mercado interior muy dinámico en un extenso territorio. La construcción de la red de ferrocarriles permitió la colonización del Oeste, y la industrialización se basó en la aplicación temprana de las innovaciones tecnológicas y una fuerte concentración empresarial. En Japón la industrialización comenzó por la actividad textil. Las características principales fueron el patrocinio del Estado en la construcción de ferrocarriles y bancos, la existencia de una mano de obra barata y disciplinada, fácil adaptación a la tecnología occidental y grandes grupos industriales muy competitivos orientados a la exportación. Este periodo fue denominado como Era Meiji o Era de la Luz: Japón se había convertido en una gran potencia.
Adam Smith es uno de los economistas más famosos de la
historia y es considerado el padre de la economía moderna. En sus teorías
económicas combina historia, filosofía, desarrollo económico, psicología y
ética.
ADAM SMITH:
Con Adam Smith nace el liberalismo económico. Influido intelectualmente entre otros por Quesnay y David Hume, Smith escribe uno de sus principales libros “Acerca de la Naturaleza y Causa de la Riqueza de las Naciones”, considerado “la Biblia” de la Economía Política. Smith venía observando el gran incremento de la producción de bienes que vivía Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII, en plena revolución industrial. Su pregunta no difería mucho de la de fisiócratas y mercantilistas: ¿de dónde sale la riqueza de una nación? Dos conceptos aparecen como respuesta, a partir de los cuales se construye todo un programa político que ha tenido repercusiones hasta nuestros días:
· La división del trabajo como fuente de productividad y el papel del mercado
La productividad: Adam Smith sostiene que la productividad
aumenta a medida que se incrementa la división del trabajo. La productividad,
considerada como la capacidad de producir una cierta cantidad de bienes con un
conjunto de recursos dados, será mayor si el trabajo se divide entre
especialistas que cumplan funciones definidas. Si bien no lo vamos a reproducir
aquí, es famoso el ejemplo de Smith sobre la fábrica de alfileres.
A la división del trabajo, producida
al interior de la fábrica, Smith la llama división técnica del trabajo. Si se
demuestra que la división técnica del trabajo puede aumentar la productividad
en un establecimiento, esto también puede ser cierto para una nación entera,
razonaba Smith, denominándola división social del trabajo. Habría un ahorro de
tiempo, y por ende más y mejores bienes. La riqueza de esa comunidad habrá sin
duda aumentado con respecto a la de un hipotético mundo sin división del
trabajo.
También debemos recordar que Smith,
en su faceta de filósofo y moralista, también observaba los efectos negativos
de esta hiper-especialización en el trabajo que postulaba el Smith economista:
él ya notaba y se lamentaba porque el operario se transformaba en el personaje
de Charles Chaplin en “Tiempos Modernos”, un ser que realizaba durante muchas
horas del día la misma monótona tarea, con la consiguiente pérdida de otras
capacidades de la mente por desuso.
El mercado: en la visión de Smith, aquellos bienes provenientes
de la división del trabajo se deben distribuir a través del intercambio del
mercado. Existe una propensión natural a hacerlo, que proviene de las
propiedades naturales del ser humano hacia “la razón y el habla”. Los seres
humanos, que han producido y tienen en su poder los bienes en los que se
especializaron, se los ceden a otros no por caridad, sino porque esperan obtener
un beneficio. “No esperamos nuestra cena de la benevolencia del panadero o del
carnicero, no apelamos a su misericordia, sino a su interés”.
Y a través de este razonamiento
Smith institucionaliza el ser humano maximizador que sería hasta nuestros días
modelizado por la mayoría de los teóricos de la economía, el ser humano de la
mano invisible –visión que según algunos economistas Nash habría destruido
matemáticamente hace algunas décadas con su “Teoría de Juegos”-.
Según Smith, cada uno trata de
obtener para sí, egoístamente, el máximo beneficio de ese intercambio. Tratará
para ello de producir los mejores bienes y de hacerlo lo más barato posible,
para ganarle a sus competidores. Como todos los miembros de la comunidad harán
lo mismo, el conjunto de bienes existentes aumentará el máximo del que es
capaz. Así, sin que nadie lo decida centralmente, a partir de un sinnúmero de
decisiones individuales, se obtendrá un máximo u óptimo social. Y todo gracias
a “la mano invisible del mercado”.
Cualquier intervención del Estado,
por más bienintencionada que sea, sólo logra trabar el funcionamiento del
mercado, disminuyendo el óptimo social, razonaba Smith, criticando directamente
a los mercantilistas. Decía Smith que
el gobierno sólo debe tener cuatro deberes:
·
La defensa
contra la agresión extranjera
·
La administración de justicia
·
El
sostenimiento de obras e instituciones públicas que no son rentables para los
particulares y
·
La defensa
de la propiedad privada.
También Smith diferenciaba entre valor de uso y valor de cambio
de los bienes.
El primero expresa la utilidad de un
objeto para quien lo usa, el segundo expresa la capacidad para comprar otros
productos. Por ejemplo el agua tiene mucho valor de uso y poco de cambio,
mientras que los diamantes poco valor de uso y mucho de cambio, para ilustrar
el razonamiento Smith. Finalmente Smith llega a la equivocada conclusión de que
la medida real del valor de todas las mercancías es el trabajo, o sea el
esfuerzo que requiere producir dicha mercancía y también el trabajo que se
puede ahorrar al intercambiarla por otra mercancía.
Por lo tanto el precio de toda
mercancía se compone de salarios, beneficios y renta.
En plena época del periodo de la Ilustración, del Siglo XVIII, donde se estaban primando las ideas del desarrollo humano, de las continuas mejoras y de la razón humana, ideas abanderadas por David Hume, Immanuel Kant y Adam Smith, Malthus llegó con sus ideas más negativas (realistas) sobre la naturaleza humana, basadas en sus estudios sobre la demografía con su enfoque que el crecimiento de la población está limitado por sus medios de subsistencia.
Su obra maestra, con su título completo fue "Ensayo sobre los principios de la población como impacta a la mejora de la sociedad, con comentarios sobre las especulaciones del Sr. Godwin, Condorcet y otros escritores". La parte final del título, refiriéndose a William Godwin y al Marqués de Condorcet y los 'otros' incluyendo refiriéndose a Adam Smith y a David Hume, lo añadió en sucesivas ediciones, respondiendo a críticas y comentarios a ediciones anteriores. La primera de sus seis ediciones de esta obra, que inicialmente la publicó de forma anónima, salió en 1798, y la sexta y última edición se publicó en 1826.
Su proposición fundamental consistía en que el aumento de la población seguía un ritmo geométrico mientras el crecimiento de los recursos para la subsistencia crecía a un ritmo aritmético. Como consecuencia, el crecimiento de la población y de la riqueza tiene un techo natural y que la naturaleza tenderá a forzar la limitación de la población a través de acontecimientos naturales, como son el crimen, las epidemias, las guerras y los vicios. También vio la pobreza como un control natural al crecimiento de la población, creyendo que personas con pocos medios tendrían menos hijos. Su "Ensayo sobre los principios de la población" fue leído por los biólogos Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, con su enfoque también en la evolución económica y el crecimiento dinámico, que reconocieron que impulsó sus teorías de la selección natural Por la aparente lógica de estas ideas, la menor disponibilidad de reproducción de los pobres por su falta de recursos, y la relación geométrica/aritmética mencionada, estas ideas tuvieron mucho auge en su momento. El problema es que las dos ideas fundamentales de Malthus resultaron ser equivocadas. Primero, se han visto resultados exactamente opuestos en términos de reproducción de los más pobres. Por razones estrictamente darwinianas, relacionado con la incertidumbre de la supervivencia de sus hijos, resulta que los más pobres tienen más hijos que los más ricos.
Mano invisible: La teoría de la mano invisible es una metáfora que señala a la economía de mercado como herramienta con capacidad para alcanzar el bienestar social máximo mientras se busque el propio interés. Esta teoría fue elaborada por el economista Adam Smith. Sostiene que la libre competencia es la mejor manera de funcionar de la economía, ya que las posibles contradicciones y problemas sistemáticos que las leyes del mercado crean pueden tener solución por “la mano invisible” del sistema. La mano invisible es la manera metafórica con la que el histórico economista Adam Smith se refirió a la capacidad de autorregulación que el libre mercado tiene intrínseco según sus teorías y estudios. En su obra “Teoría de los Sentimientos Morales”, publicada en el año 1759, fue el primer lugar donde este término vio la luz, aunque alcanzó mayor notoriedad en su otro libro de 1776 “La Riqueza de las Naciones”. De esta manera, Smith indicaba que el papel del mercado es básico y fundamental y que cuanto menos control político o gubernamental exista en las economías, más fácilmente estas encontrarán sus caminos y el máximo bienestar. Según su ideario, el juego natural ejercido por la demanda y la oferta es suficiente para el alcance del equilibrio de la economía y la fijación natural de los precios.
Segundo, su análisis geométrica/aritmética sobre la control de la población también resultó ser equivocada en la realidad por no tener en cuenta el desarrollo humano de los medios de producción, la división y especialización del trabajo y el aumento de la inversión. En cuanto a la agricultura, Malthus ignoró las mejoras en su productividad, la introducción de la ciencia en la agricultura, mejoras en los métodos agrícolas, su mecanización, nuevas pesticidas y la introducción de variedades de trigo y otras variedades de alto rendimiento, es decir, no predijo la revolución verde.
Además de ser criticado por los líderes de la Ilustración, Malthus también fue criticado por Karl Marx y Friedrich Engels que argumentaron que este exceso de población engrosaría las filas de la fuerza laboral industrial que explotarían los capitalistas y que les mantendrían vivos, aunque al límite. Además, criticaban las teorías malthusianas por dar justificación científica a los capitalistas por el estado lamentable de la población, estado mantenido por estos capitalistas en su camino a la explotación.
En 1800, Malthus se interesó por lo monetario y publicó un folleto argumentando que la subida de precios seguía el aumento de la masa monetaria, que suena monetarista.
A partir de 1810, inició una larga amistad de 20 años con David Ricardo y mantuvieron un diálogo sobre temas monetarios, casi siempre estando en desacuerdo sobre estos temas. Cuando en 1814 se lanzó en apoyo de las Leyes de Maíz, donde el gobierno inglés introdujo aranceles sobre la importación de maíz, argumentando en favor de la producción nacional, Malthus se juntó en el lado de los proteccionistas.
Malthus también desarrollo su teoría de desajustes entre la demanda y oferta donde excesos de algunos productos se podrían producir, admirado por John Maynard Keynes.
Desde 1850 se produjo en algunos países,
sobre todo europeos, el fenómeno conocido como Segunda Revolución Industrial.
Gran parte de los historiadores sitúan el fin de este proceso en 1914,
coincidiendo con el inicio de la I Guerra Mundial.
Este fenómeno puede considerarse la segunda fase de aquella primera Revolución Industrial que se vivió en el Reino Unido. En este caso, los países en los que se expandieron los avances industriales fueron Francia, Alemania, Bélgica, Japón y Estados Unidos. Posteriormente, la industrialización se extendería a España, Rusia e Italia y más tarde por el resto de países occidentales. Décadas más tarde vivimos una tercera e incluso una cuarta revolución industrial.
La Segunda Revolución Industrial significó que los avances tecnológicos y científicos salieron desde el Reino Unido, llegando a otros lugares. Obviamente, la expansión de estos elementos, también tuvo repercusiones en estos países.
El uso de nuevos
materiales fue un elemento clave en la II Revolución Industrial
En este momento, los avances tecnológicos y científicos comienzan a tomar un cariz más complejo. Con ello, se fue consiguiendo el acceso a diferentes recursos naturales, indisponibles o poco útiles hasta ese momento. Entre ellos, destaca el uso de metales como el acero, el zinc, el aluminio, el níquel o el cobre, entre otros.
Además, comienzan a ser tenidos en cuenta productos químicos, gracias al avance de esta industria. Productos como la sosa, colorantes artificiales, materiales explosivos o fertilizantes pasan a ser utilizados de forma cada vez más frecuente.
De forma paralela comienzan a aparecer nuevas formas de energía. Los avances tecnológicos permitieron lograr un aumento de la energía disponible que, además, se diversificó. Esta fenómeno fue posible, en primer lugar, a la mejora de aquellas técnicas que ya se conocía. En este sentido, podemos hablar de la máquina de Watt, de las turbinas o de la industria del gas. Asimismo, se consiguieron nuevas formas de obtener energía, como la electricidad o el petróleo.
El ferrocarril: un nuevo
modo de transporte
Una de los efectos más importantes de la Segunda Revolución Industrial podemos encontrarlo en los transportes. Durante esta nueva época el mundo de los transportes se modernizó, acortando distancias y reduciendo el coste. Ello significó la posibilidad de poner en contacto mercados hasta el momento no mantenían ningún tipo de relación. Por tanto, se facilitó tanto el transporte de personas como el de mercancías, lo que acercó países, pueblos y culturas.
La ferrocarril fue el medio de transporte que simbolizaba esta nueva época. Una época basada en la fe en la tecnología y en la posibilidad de superar todos los límites. Un dato que demuestra esta importancia. En 1840 existían menos de 4.000 kilómetros de vía; en 1870, en Europa se superaron los 100.000 kilómetros y en Estados Unidos los 70.000.
La II Revolución
Industrial facilitó la emergencia de nuevas potencias
Desde la perspectiva de las relaciones internacionales, con la II Revolución Industrial se consolidaron nuevas potencias mundiales. Alemania, Estado Unidos y Japón se convirtieron en actores internacionales de primer orden. El éxito de estas nuevas potencias se podía observar en diferentes aspectos. Alemania mostró su poderío en la guerra franco-prusiana, en la cual se impuso a Francia. Estados Unidos potenciaba su expansión hacia el oeste buscando nuevas tierras para colonizar. Japón, con la restauración Meiji, que condujo a la modernización del país, salió de su tradicional.
De forma paralela se consolidó una nuevo modo de capitalismo, que tendía hacia un carácter monopolista. Por otra parte, la necesidad de buscar nuevos mercados llevó a una aceleración de proyectos imperialistas. Esta nueva situación, en las cuales las potencias industriales rivalizaban por conquistar nuevos territorios y ampliar sus mercados llevó a episodios de franca tensión, e incluso a conflictos bélicos. El culmen de esta situación fue, en última instancia, el estallido de la I Guerra Mundial.
En definitiva, podemos señalar que esta II Revolución Industrial significó la expansión de la primera. Se generalizaron y mejoraron los avances que en su momento logró el Reino Unido. Por último, esta nueva situación tuvo como efecto una nueva configuración del capitalismo y del orden internacional, lo cual dio lugar a una época de tensión entre las diferentes potencias industriales, en su intento de ampliar sus mercados.
Comercio Internacional
Podemos definir al comercio internacional como las operaciones que implican un intercambio de bienes y servicios entre personas de distintos países.
Estas operaciones generan importaciones y exportaciones.
·
Importaciones: se
refieren a los gastos (compras) que las personas, las empresas o el gobierno de
un país hacen en bienes y servicios que se producen en otros países y que se
traen al propio.
·
Exportaciones: son
los bienes y servicios que se producen en el país y que se venden y envían a
clientes de otros países.
Las razones
del Comercio Internacional
Existen distintos niveles de apertura de un país al comercio internacional. El más cerrado, se negaría a cualquier tipo de importación; un nivel mayor de apertura, implicaría permitir la importación de productos que no pudieran ser fabricados en el interior del país; y si se diera libertad total de comercio, sería lógico esperar que sólo se importasen los productos que pudieran ser fabricados en el país a un costo excesivamente alto.
Pero habitualmente sucede que el comercio se realiza con productos que podrían ser fabricados fácilmente por el país importador, pero que resulta más ventajosos adquirirlos en el exterior.
Causas que dan origen al Comercio Internacional
Podemos decir que por regla general surge por necesidad de los países de obtener productos que no pueden producir.
Hoy el motor que da impulso al mismo, son las ventajas comparativas, que poseen algunos países en la producción de ciertos bienes, los cuales a su vez dan origen a los costos comparativos. Cada país se especializará en aquellos productos que pueda producir ventajosamente con respecto a los demás países.
Por ejemplo Argentina tiene clima templado y suelo apto para ciertas actividades agropecuarias, esto trae como consecuencia que exporte cereales y ganado, y necesite a su vez importar otros productos como café o azúcar de países que poseen clima tropical.
Adam Smith afirmó que los países se especializarán en producir aquellos bienes sobre los que tengan una ventaja absoluta, que sean capaces de producir el mismo número de bienes aplicando menor cantidad de trabajo.
David Ricardo dio un paso más, demostró que todos los países se puedan beneficiar especializándose cada uno en la producción de bienes aunque no tengan ventaja absoluta en ellos; es suficiente que tengan ventaja comparativa, que sean capaces de producir a un precio menor.
Algunos países establecen barreras aduaneras que impidieran los intercambios ambos países saldrían perjudicados. Algunos grupos de presión podrían pedir el establecimiento de dichas barreras en defensa de la industria nacional. Estas tendencias proteccionistas suelen proteger la industria nacional, pero a veces perjudica a empresas eficientes.
David Ricardo fue un economista inglés de origen judío-sefardí portugués. Fue uno de los más célebres economistas del siglo XIX. Formó parte de la corriente de economistas clásicos, de la cual fue uno de sus mayores iconos.
Sus principales contribuciones las encontramos en el ámbito de la macroeconomía, y en la teoría del valor económico. También fue un importante hombre de negocios y miembro del Consejo británico.
Las principales
aportaciones de David Ricardo a la teoría económica
David Ricardo hizo grandes aportaciones a la teoría económica, especialmente a la macroeconomía: analizó la relación entre beneficios y salarios, que significó una de las bases de la ley de rendimientos decrecientes. También fue obra suya la teoría cuantitativa del dinero.
Corrientes tan dispares como el liberalismo y el marxismo lo han tomado como referencia, lo que denota la gran aportación de David Ricardo a la ciencia económica, aportando análisis económicos neutrales que ensalzan la economía como herramienta de gestión, independiente de cualquier filosofía o ideología económica.
El valor de cambio de
las mercancías
David Ricardo trabajó con rigurosidad la teoría del valor. Sobre ello expuso que la cantidad de trabajo necesario para la producción de una mercancía determinaba su valor de cambio. Ricardo, al igual que Adam Smith, entendió que en las sociedades primitivas, el valor quedaría determinado por el tiempo requerido para producir aquellos bienes de subsistencia necesarios para el trabajador y su familia.
Pero en las nuevas sociedades en las que el mercado jugaba un papel importante, ello podía no ser exactamente así. No obstante, la diferencia, cuando se diese, sería mínima. En este caso, la consecuencia sería una variación de la población, creciendo o descendiendo según el salario de mercado fuese superior o inferior al salario natural. En definitiva, existiría siempre una tendencia a una situación de equilibrio.
Teoría de la renta diferencial
En un contexto geográfico e histórico en el que los propietarios de las tierras las arrendaban en lugar de explotarlas directamente, David Ricardo, observó las cuestiones relativas a la renta de la tierra.
Defendió que la renta de la tierra se basaba en la diferencia existente entre la fertilidad que ofrecía y la ley de los rendimientos decrecientes. Partiendo de esta base se explicaba que si la relación entre población y tierras disponibles era favorable a aquella, solamente se cultivarían las mejores tierras. En tal caso nadie estaría dispuesto a pagar una renta por cultivar tierras mientras existiesen otras de similar calidad desocupadas.
Con la teoría de la renta diferencial, David Ricardo, introdujo la Ley de los rendimientos decrecientes. En función de esta, cuando se produce un aumento de la población y, por tanto, de demanda de alimentos, se van cultivando cada vez tierras menos fértiles. Ello implicaría un aumento continuo de los precios de los alimentos. Por tanto, los salarios nominales deberían aumentar de una forma acorde al costo de las subsistencias, aunque, por otra parte, no sería necesario que también lo hiciesen los reales.
Teoría de la ventaja comparativa
David Ricardo defendió el comercio internacional, por lo que se opuso a las tesis proteccionistas. En consonancia con ello, en su Principios de Economía Política (1817), argumentaba la necesidad de que cada país se especializase en aquellos productos, bienes o servicios, para cuya elaboración y producción resultasen más eficientes. Con ello, enfatizaba el papel de la productividad en el desarrollo de las economías nacionales. Por ello, trabajó en la teoría de la ventaja comparativa.
Por tanto, la ventaja comparativa era uno de los pilares sobre las que se asentaba su modo de entender el comercio internacional. Centrarse en producir aquello para lo cual se encontraban en una situación de superioridad que el resto de países era, para Ricardo, la forma más adecuada de dirigir la economía.
En definitiva, podemos afirmar que David Ricardo fue uno de los más importantes economistas clásicos. Ocupó importantes cargos públicos y una elevada posición social. Participó de grandes debates que, a día de hoy, siguen siendo recurrentes, como cuales deben ser las pautas a seguir en relación con el comercio internacional.
El redactor recomienda:
El marxismo es el conjunto de doctrinas
derivadas de la obra de Karl Marx,
filósofo y periodista alemán, y de su compañero Friedrich
Engels, quien le ayudó en muchos de los avances de sus teorías.
El principal argumento en el que se basa el marxismo es que el capitalismo es un sistema económico cuya estructura es errónea. Y, por tanto, debe ser reemplazada por otra que abolirá el sistema de propiedad burguesa y el libre mercado de bienes y servicios.
De acuerdo con Marx, el problema clave del capitalismo es que genera la explotación de los trabajadores. De ahí que Marx para fundamentar su teoría se apoye, entre otras cosas, en su conocida tasa de plusvalía.
En resumen, según el marxismo el capitalismo debe terminar porque es nocivo para los trabajadores y el sistema debe cambiar
Origen del marxismo
El origen
del marxismo se sitúa a mediados del siglo XIX. Sin embargo, gana relevancia a
finales del XIX. Fecha en la que Karl Marx expandió y popularizó sus ideas a
través de sus obras. Entre ellas, se sitúa en un lugar muy relevante la obra de
El Capital (1867).
Los defectos
del capitalismo según el marxismo
Así, para el
marxismo, dos defectos ocasionan tal sistema de desigualdad sobre los más
débiles:
·
El excedente de mano de obra: Bajo este concepto, la burguesía no se lucra por la
venta de su producto a un precio por encima del coste de materiales más la mano
de obra. Sino que, se lucran al pagarle al trabajador por debajo del valor de
su labor.
Esta
capacidad de la burguesía para manipular a los trabajadores, les permite
devaluar la mano de obra, creando así ganancias para sí misma. Es más, los
marxistas ven al capitalismo como el creador de un círculo vicioso que ocasiona
que los trabajadores sean explotados cada vez más.
·
Naturaleza intrínseca del capitalismo: Mientras que el Estado puede controlar todos los aspectos del
socialismo, desde la producción hasta la distribución, el capitalismo es
controlado por el libre mercado. Es decir, en un sistema capitalista, las
decisiones son tomadas por cada productor y cada consumidor. De hecho, el
marxismo acentúa esta diferencia, afirmando que solo una economía planificada puede descubrir verdaderamente
los mejores métodos de producción y distribución.
Además, el
marxismo defiende que las economías capitalistas se retroalimentan de las crisis económicas. Karl Marx creía que esta
dependencia de las depresiones económicas podría causar estragos a largo
plazo. Y, por lo tanto, abogaba para que una comunidad planificada reemplazara
tal sistema.
Principales
características del marxismo
Entre las
principales características del marxismo y que explican en qué consiste,
podemos destacar las siguientes:
·
La sociedad debe ser igualitaria: El marxismo quiere acabar con la lucha de
clases. Es decir, pretende que no existan clases sociales. Todos deben tener lo
mismo.
·
Abolir la propiedad privada: Pretende, al igual que el comunismo, que no
exista propiedad privada. Es decir, que todo sea de todos.
·
El capitalismo explota a los trabajadores: Según el marxismo, el
capitalismo explota a los trabajadores. Y, concretamente, se queda con parte
del fruto de su trabajo (plusvalía).
·
El valor del trabajo se mide por horas de producción: A más horas-hombre de
producción, más valiosa es la producción. Así lo definió Karl Marx en su teoría del valor trabajo.
·
Reducción del consumo: Aboga por reducir el consumo innecesario y consumir solo lo que le es
estrictamente necesario.
·
Autosuficiencia: Además, propone la autosuficiencia. Es decir, que la sociedad produzca todo
lo que necesita sin depender de otros países u otras comunidades. Por su parte,
·
Adaptación de las necesidades: Según el marxismo, cada uno debe aportar según sus
necesidades.
·
Medios de producción en poder en el Estado: El marxismo propone que los
medios de producción se encuentren en manos del Estado y, por ende, en manos
del pueblo.
·
Medios de comunicación en poder del Estado: Los medios de comunicación
deben ser públicos.
·
El marxismo es la teoría que propone la puesta en práctica del comunismo: El comunismo es el modelo
ideal, mientras el marxismo es la teoría de Karl Marx que propone la puesta en
práctica del mismo.
En resumen,
el marxismo consiste en la construcción de una nueva sociedad ideal en la que
no exista desigualdad.
Ideas principales del marxismo
La teoría de
la economía marxista mantiene que el capitalismo eventualmente se
autodestruirá, a medida que explota a más y más trabajadores. De esta manera,
el proletariado —el conjunto de la mano de obra— actúa como un catalizador para
la caída del capitalismo y surgimiento del nuevo sistema socialista. Es lo que
se conoce como dialéctica.
En otras
palabras, el concepto de la dialéctica ilustra que la caída del capitalismo y
el subsiguiente surgimiento del socialismo, y consiguientemente del comunismo,
son inevitables. La burguesía (tesis) y el proletariado (antítesis) chocan para
crear el socialismo (síntesis), que garantiza el advenimiento del comunismo.
Sin embargo, la dialéctica, de ser continuada, también concluye que el
comunismo no puede ser la síntesis final ya que siempre sucederá un nuevo
surgimiento.
En resumen,
los marxistas afirman que el comunismo —como supuesto estado dialéctico final—
proporciona más libertad que otros sistemas económicos y que la redistribución de la riqueza resolverá muchos problemas. Es
más, Marx propone el empleo de las instituciones del Estado, como por ejemplo,
el uso de los impuestos para financiar la compra y distribución de los
medios de producción a los trabajadores que, al paso del tiempo, formará un
mercado de competencia perfecta.
Además a
nivel religioso, el marxismo originario se postula en contra. Según Karl Marx,
la religión es el opio del pueblo. En este sentido, afirma Marx, la salvación
de la humanidad está en la tierra no en el cielo.
Representantes
del marxismo
Entre los
representantes o autores marxistas principales, se encuentran:
·
Karl Marx (1818-1883). Padre del marxismo.
·
Friedrich Engels (1820-1895). Coautor de las obras de Marx.
El concepto
de plusvalía, que fue desarrollado ampliamente por Karl Marx a finales del siglo XIX, es el
excedente monetario originado por el trabajo humano presente en cualquier acción
productiva.
La
plusvalía, también conocida como plusvalor, apareció definido por Marx en su
obra ‘El Capital’ y es básicamente, el valor no pagado del trabajo del obrero
que crea un plusproducto del cual se hace propietario el empresario. Originando así la esencia de la
explotación o acumulación capitalista.
Es decir, según la teoría desarrollada por Karl Marx, al trabajador se le paga menos de lo que realmente produce. Así pues, la diferencia entre lo que realmente produce y su salario es lo que se conoce como plusvalía. Esta plusvalía constituye la ganancia extra del empresario.
Este
plusproducto o plusvalor al ingresar al mercado se convierte en mercancía y se
vende, convirtiéndose en dinero que no retorna a los bolsillos del empleado en
manera de sueldo.
Teoría del valor de
Karl Marx
El origen
del concepto de plusvalía
El concepto
de plusvalía, tal como reconoce Karl Marx en sus escritos, fue tomado del
economista clásico David Ricardo. A su vez, podemos decir que, David
Ricardo había tratado de perfeccionar el concepto acuñado por Adam Smith.
No obstante,
quién desarrolló el concepto tal y como lo conocemos en la actualidad, fue Karl
Marx. Marx trabajó el concepto hasta distinguir entre ‘fuerza de trabajo’ y
‘trabajo’. Este hecho facilitó enormemente la explicación eficaz de la
plusvalía. El concepto de plusvalía constituye un término fundamental en
su teoría del
‘Valor-Trabajo’.
Marx también
explicó que el capitalista es capaz de acrecentar la intensidad de la
explotación a través de la maximización de la ‘plusvalía absoluta’. Bien,
tratando de extender la jornada laboral. O, bien por medio de la ‘plusvalía
relativa’, es decir, disminuir la cantidad de obreros.
¿Cómo se
calcula la plusvalía?
Una de las
principales novedades del desarrollo del concepto por parte de Marx, fue la
formulación matemática del problema. Es decir, una fórmula que permite calcular
la cantidad de la plusvalía.
Intuitivamente,
la plusvalía se calcula como el resultado de restar a los beneficios los costes
de producción. Así pues la fórmula sería la siguiente:
Plusvalía (s) = Ingresos – costes de producción (c+v)
Además Marx
descompone los siguientes valores para desarrollar su teoría del valor trabajo:
·
c = capital
constante (maquinaria,materiales, costes fijos…)
·
v = capital
variable (trabajadores)
·
s = plusvalía
(excedente del empresario)
En palabras
de Marx, únicamente genera plusvalía el ‘trabajo viviente’. O lo que es lo
mismo, solo genera valor el componente ‘v’, la fuerza de trabajo. Mientras
que el componente ‘c’ que define como ‘trabajo muerto’, no genera
plusvalía.
De lo
anterior, podemos calcular la tasa de plusvalía. La fórmula es:
Tasa de plusvalía = s/v
El resultado
del cálculo anterior representa las unidades que gana el empresario por cada
unidad de trabajo.
Ejemplo de
cálculo de la plusvalía
Supongamos
que existe una empresa que dedica 80 dólares a maquinaria (c), 50 dólares a los
salarios de los trabajadores (v) y vende sus mercancías por 150 dólares
(ingresos). Entonces la plusvalía es:
Plusvalía
(s) = Ingresos
– costes de producción (c+v) = 150 – (80+50) = 20
Tasa de
plusvalía = 20 /
50 = 0,4
Los
resultados anteriores se interpretan de la siguiente forma:
La plusvalía
total del empresario (s) es de 20 dólares. Asimismo, la tasa de plusvalía es de
0,4. Este 0,4 equivale a decir que el empresario se queda con un 40% del
producto generado por los trabajadores.
Críticas al
concepto de plusvalía
Como todo
concepto, el término desarrollado por Karl Marx, tiene ventajas y desventajas.
Es decir, economistas que están a favor de su teoría y otros en contra. No
obstante, es importante indicar que la teoría de Marx ha evolucionado. Hay que
tener en cuenta, para valorarla correctamente, la época en la que se escribió.
Entre las
críticas positivas a este concepto se encuentran:
·
Puede que el
empresario, por asumir el riesgo, merezca esa plusvalía pero habría que
controlarla. Algunos economistas defienden que el beneficio que obtienen los
empresarios es excesivo. Y que, por tanto, deberían retribuir mejor a sus
trabajadores.
·
Entre los
más afines a su teoría, defienden que no debería existir tal beneficio en favor
de los empresarios. Las empresas deberían retribuir a sus trabajadores
exactamente por el valor de lo que producen.
·
Supone un
antes y un después en la teoría económica. Tanto es así que en la actualidad se
siguen desarrollando trabajos al respecto.
Entre las
críticas negativas podemos encontrar:
·
El concepto
tenía sentido cuando se escribió. Ahora el mercado de trabajo ha cambiado y las
máquinas (c) sí que ofrecen valor.
·
La
existencia de maquinaria o de automatización de procesos no empobrece a la
población. Al contrario, permite que el trabajo sea más productivo y reduce las
horas trabajadas.
·
La
tecnología no tiene necesariamente que aumentar el desempleo. El desempleo se
mueve de unos sectores a otros y cambia conforme las necesidades de los mismos.
La
Revolución rusa fueron una serie de levantamientos acontecidos en 1917 para
derrocar al zar Nicolás II y, posteriormente, al gobierno provisional. Las
insurrecciones se saldaron con la abdicación del zar, la caída del gobierno
provisional y la toma de poder por parte de los bolcheviques, encabezados por
Lenin.
Con una
Rusia agraria y el poder concentrado en manos del zar Nicolás II, el hambre y
la guerra no tardaron en provocar un grave descontento entre la población. El
resultado fueron una serie de levantamientos que condujeron al establecimiento
de un sistema comunista en el país.
Origen de la
Revolución rusa
La Rusia de
comienzos del siglo XX era un país prácticamente anclado en un sistema feudal.
La nobleza, la iglesia ortodoxa y el zar eran los estamentos dominantes en una
sociedad rusa donde las libertades brillaban por su ausencia.
Mientras
tanto, la débil burguesía defendía la necesidad de una mayor representación
política de la sociedad rusa, al tiempo que los campesinos estaban indignados
por unas tierras insuficientes. Si bien Rusia había aumentado el número de
fábricas, su industria continuaba siendo reducida, pues se trataba de una
sociedad eminentemente rural.
A pesar de
que en 1898 se había creado el Partido Socialdemócrata Ruso, este aún carecía
de la fuerza social necesaria. Dentro de este partido político existían dos
corrientes políticas: los mencheviques (moderados) y los bolcheviques
(radicales).
Para mayor
descontento social, el zar Nicolás II, creyendo que podía ganar una guerra
contra Japón, embarcó al país en un conflicto bélico. Sin embargo, el resultado
de la guerra ruso japonesa (1904-1905) fue desastroso para Rusia.
El deterioro
de la situación política provocó un estallido social en 1905 en lo que se
conoció como el domingo sangriento. Aquel 22 de enero, cuando el pueblo
reclamaba cambios políticos ante el Palacio de Invierno, fue reprimido con
brutalidad. Incluso algunas unidades militares se levantaron, como ocurrió con
el amotinamiento del acorazado Potemkin.
Las huelgas, protestas y levantamientos
erosionaron la figura del zar Nicolás II, que se vio obligado a hacer
concesiones. Por su parte, la revolución de 1905 erigió a los movimientos
obreros como protagonistas de la revolución, al tiempo que pasaban a
organizarse en una especie de células denominadas soviets.
Las reformas
que el zar había prometido en 1905 se vieron frustradas y la hambruna comenzó a
hacer mella en la población. El régimen hacía oídos sordos a las demandas del
pueblo, con las decisiones quedando concentradas en manos del zar, la
emperatriz y Rasputín.
Para mayor
desgracia, Rusia se embarcó en la Primera Guerra Mundial con nefastas
consecuencias. Los campesinos fueron llamados a filas para combatir en el
frente, lo que dejó el campo sin mano de obra. La falta de alimentos no tardó
en hacerse sentir. Mientras Rusia sufría dolorosas derrotas en los campos de
batalla, su economía había quedado aislada de los mercados europeos y la moral decaía
entre una población hambrienta.
La revolución
de febrero de 1917, Lenin y el gobierno provisional
Corría
febrero de 1917 y Rusia reunía todos los factores para que se produjese un
levantamiento: hambre, guerra y un crudo invierno. Reclamando pan, tierra y
paz, el 23 de febrero tuvo lugar una manifestación en la ciudad de San
Petersburgo. El 25 de febrero, los movimientos obreros protestaron con una
huelga general y, no mucho después, las tropas rusas se unirían al pueblo en su
levantamiento.
Teniendo en
contra a campesinos, soldados y obreros, el zar Nicolás II decidió abdicar. Así
pues, se formó un gobierno provisional encabezado por Gueorgi Lvov desde el 15
de marzo de 1917. Este gobierno provisional y de carácter liberal, también
incluía a los mencheviques, el ala moderada del movimiento obrero.
Sin embargo,
progresivamente, el sector más radical del movimiento obrero, liderado por
Lenin, iba ganando fuerza en Rusia. Así, en abril de 1917, Lenin proclamaba el
reparto de la tierra, la salida de Rusia de la guerra y una alianza entre los
trabajadores del campo y de las fábricas. Todo ello suponía el rechazo a
cualquier tipo de colaboración con el gobierno provisional.
Lenin
provenía de una corriente ideológica como el marxismo y veía la Primera Guerra
Mundial como un gran conflicto entre imperios y marcadamente capitalista. Por
ello, veía imperativa la salida de la guerra y la puesta en marcha de una
revolución socialista para establecer la dictadura del proletariado.
Pero, para
el gobierno provisional, las propuestas de Lenin eran impensables. Rusia continuaba
en la guerra y las pérdidas humanas en los campos de batalla eran espantosas.
Todo ello desembocó en un levantamiento en Petrogrado el 3 de julio de 1917.
Con el fracaso de la insurrección, Lenin no tuvo más remedio que exiliarse.
Continuismo
en el gobierno provisional
Llegaban
malas noticias desde el frente, pues Rusia no dejaba de cosechar derrotas
militares. Kerenski, que por entonces encabezaba el gobierno provisional,
estaba inmerso en un fuerte enfrentamiento con el general Kornilov, un militar
marcadamente conservador que deseaba regresar a un gobierno autocrático. Tanto
el gobierno provisional como los soviets, desbarataron el levantamiento de
Kornilov. Ahora bien, quienes se hicieron con el protagonismo y la iniciativa,
fueron los soviets, pues fueron los más activos a la hora de frustrar el golpe
de Kornilov.
Octubre rojo
Desde
comienzos de octubre de 1917, Lenin había ido planeando la revolución, el
asalto al poder. Finalmente, el Comité Central bolchevique dio el visto bueno a
las acciones armadas.
Por fin, el
24 de octubre, los bolcheviques se hicieron con los puntos clave de la ciudad
de Petrogrado. Al día siguiente, asaltaron el Palacio de Invierno y el primer
ministro Kerenski optó por huir del país.
La
revolución no tardó en extenderse por todo el país y Moscú terminó cayendo en
manos de los soviets. No obstante, los bolcheviques no habían llegado a
controlar toda Rusia. Había territorios dominados por las antiguas autoridades
que no estaban dispuestos a entregarse a los bolcheviques. Así pues, la guerra
civil estaba servida.
Revolucionarios
y contrarrevolucionarios (monárquicos, disidentes de la revolución y
partidarios del gobierno provisional) combatieron desde la primavera de 1918
hasta que, en 1920, los contrarrevolucionarios o blancos fueron derrotados y
abandonaron el país.
Los
bolcheviques se hacen con el poder
El 26 de
octubre de 1917, los bolcheviques formaron gobierno, con Lenin al frente y
personalidades como Trotski y Stalin como ministros. Debían abordar tres
grandes cuestiones: la salida de la guerra de Rusia, el reparto de la tierra y
la concentración del poder político.
En sintonía
con la propiedad socialista de las tierras, se llevó a cabo un reparto del
campo tratando de poner fin al desabastecimiento que padecía Rusia. No hubo
compensación económica de ningún tipo para los terratenientes.
En lo
relativo a la Primera Guerra Mundial, Rusia abandonó el conflicto con la firma
del tratado de Brest-Livtosk. A pesar de la pérdida de importantes extensiones
de terreno, el gobierno bolchevique creía que valía la pena poner fin al
sufrimiento que había causado la guerra.
Copando todo
el poder político, los bolcheviques se encargaron de eliminar a los partidos de
corte burgués. Por otra parte, las elecciones a la Asamblea Constituyente,
otorgaron la mayoría a los mencheviques, quedando por tanto los bolcheviques en
minoría. Pero el gobierno disolvió la Asamblea en enero de 1918 y los
bolcheviques terminaron asentando su hegemonía en el poder. Así, quedaban fuera
otros actores de la revolución como los social revolucionarios, anarquistas y
mencheviques. El poder político quedaba copado por los bolcheviques.
Meses
después, en julio de 1918, Rusia quedaba constituida bajo la denominación de
República Federal Socialista y Soviética Rusa.
La Nueva
Política Económica (NEP)
En el año
1921, Rusia aún se lamía las heridas después de una prolongada guerra civil.
Los indicadores económicos mostraban una realidad desoladora para el país. Los
datos de producción nacional eran terriblemente
desalentadores. Tomemos varios ejemplos:
·
Producción
agrícola: un tercio con respecto a 1913.
·
Producción
industrial: un 13% con respecto a 1913.
Para poner
solución a este duro panorama económico, se aposto por la NEP o Nueva Política
Económica. En este sentido, se buscaban combinar medidas de carácter socialista con algunas características
propias del libre mercado. Por ello, fue legalizada la propiedad privada para los campesinos al tiempo
que se restableció la circulación de la moneda para afrontar la hiperinflación que asolaba al país.
Esta
política económica se asentaba sobre la necesidad de conseguir un excedente de la
producción agrícola
que permitiese aprovisionar a las ciudades y que, al mismo tiempo, contribuyese
al crecimiento
económico de la
nación.
En cuanto a
la industria, las pequeñas empresas pasaron a ser desnacionalizadas, mientras
que las grandes empresas permanecían en manos del estado, aunque otorgando
algunos elementos de autogestión.
Para 1926
Rusia ya se había rehecho, recuperando los niveles de producción previos a la
Primera Guerra Mundial. Pero en el sector agrícola se produjo un fuerte
descontento, pues los kulaks eran agricultores que se habían enriquecido y, al
acumular importantes sumas de dinero, actuaron ofreciendo préstamos con elevados intereses. Tampoco hay que dejar de lado la
existencia de intermediarios (nepmen) que revendían los
productos agrícolas obteniendo considerables márgenes de ganancias.
También
surgieron problemas debido a la disparidad de precios. La Nueva Política
Económica favorecía la producción agrícola, por lo que, llegado un punto, los
precios agrícolas eran muy inferiores con respecto a los precios de los bienes
industriales. Todo ello terminó ocasionando situaciones de desabastecimiento.
Así pues,
entre las filas del Partido Comunista y especialmente Stalin, se vio en la NEP
un restablecimiento del capitalismo. Por ello, la economía rusa pasó a
quedar en manos del estado, que la organizaba a través de planes quinquenales.
El Keynesianismo
es
una de las teorías económicas más conocidas, su principal característica es que
apoya el intervencionismo como mejor manera para salir de una crisis.
Debe su nombre al economista británico John Maynard Keynes, que centró su carrera en estudiar los agregados económicos y los ciclos económicos.
Esta disciplina económica produjo una auténtica“revolución keynesiana”, que aparcó los pensamientos económicos clásicos, basados en el liberalismo y en el laissez faire. El keynesianismo prometía una solución para el mayor enemigo del capitalismo, los ciclos económicos.
Keynes creía que la principal causa de las crisis es la baja demanda, derivada de las bajas expectativas de los consumidores. Propuso el intervencionismo como mecanismo para estimular la demanda y regular la economía en momentos de depresión. Keynes estudió los problemas agregados de la economía, como el paro, la inversión, el consumo, la producción y el ahorro de un país. Sus argumentos construyeron la base de la Macroeconomía.
¿En qué consiste el Keynesianismo?
El keynesianismo se basa en el intervencionismo del Estado, defendiendo la política económica como la mejor herramienta para salir de una crisis económica. Su política económica consiste en aumentar el gasto público para estimular la demanda agregada y así aumentar la producción, la inversión y el empleo.
El objetivo de la ciencia económica es estudiar la asignación de recursos. Hasta entonces la mayoría de los economistas se habían centrado en la escasez de recursos. Keynes, por el contrario, se centró en el exceso de recursos. Años antes, Karl Marx ya había dicho que “la crisis es el resultado de la imposibilidad de vender”. Keynes se preguntó cómo era posible que habiendo demasiados recursos hubiera crisis. ¿Cuál fue su solución para que no hubiera exceso de recursos?, estimular la demanda para que se consuman esos recursos sobrantes.
El desempleo es uno de los principales problemas de las crisis, Keynes argumentó que el paro no existe debido a la escasez de recursos, sino por la escasez de demanda, que provoca que no se consuma los suficiente como para tener que producir una cantidad de bienes que de trabajo a todos. Dicho de otra manera, el problema del paro es la falta de demanda y no la falta de recursos.
El desempleo surge además por la rigidez de los salarios a la baja. Al bajar los precios aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores, pero por otro lado, resultan demasiado caros para las empresas, que comienzan a despedir, provocando paro. Al haber menos empleados en una economía, baja el consumo agregado y por tanto, bajan de nuevo los precios, dirigiendo la economía a un círculo vicioso, del que, según el keynesianismo, solo se puede salir estimulando la demanda, para generar el proceso inverso y aumentar el consumo, los precios y el empleo.
En conclusión, el keynesianismo se basa en estimular la demanda para provocar un aumento del consumo y el empleo en momentos de crisis. ¿Y cómo se estimula la demanda? Mediante políticas monetarias y fiscales. Keynes fue partidario de utilizar las políticas fiscales. Aunque a finales del siglo XX, las deudas de los países occidentales comenzaron a crecer de tal manera que los keynesianistas pasaron a recomendar las políticas monetarias como mecanismo para estimular la demanda.
El modelo
keynesiano es una teoría económica desarrollada por John Maynard Keynes a través de un modelo económico, en el cual se demuestra
fundamentalmente la relación que existe entre el nivel de ocupación o empleo y
el nivel de ingresos de un lugar.
El modelo
keynesiano se desarrolla en una época en la cual la teoría económica estaba
dominada por el pensamiento clásico. Los principales supuestos clásicos
sobre la teoría de la ocupación y el empleo eran que la economía tiende hacia
una posición de equilibrio con pleno empleo.
Los
economistas clásicos suponían que el desempleo era causado básicamente por la
oposición de los trabajadores de aceptar los niveles de salarios marcados por
el mercado. Precisamente, el modelo keynesiano fue desarrollado para refutar
las conclusiones a la cual llegaban los economistas clásicos mediante sus
análisis económicos.
Conceptos y
conclusiones en el modelo keynesiano
Keynes
introduce, a través de su modelo, dos conceptos nuevos:
·
Demanda total agregada: Significando con ello, la
demanda total de bienes y servicios.
·
Oferta total agregada: Es decir, el total de bienes y
servicios ofrecidos.
Este modelo permite
derivar ciertas conclusiones. Así, se demuestra que para cada nivel de la
producción existe un nivel válido correspondiente de ocupación.
Por tanto,
para Keynes la causa del desempleo es la existencia de una demanda total
agregada deficiente. Siendo así como la denominada demanda agregada es la
variable clave que establece la situación de paro o inflación de la economía.
Se plantea
que la renta o ingreso nacional está determinada por lo que
Keynes llamó propensión marginal
al consumo. Esto es,
la parte de la renta personal que se dedica al consumo.
En tanto, la
demanda agregada está fuertemente dominada por los componentes de dicha
demanda. Esto es, la propensión a invertir, el multiplicador de la demanda y
por la relación con el tipo de interés. Razones por la cual, de acuerdo a la
tónica del modelo keynesiano, la renta deriva a depender entonces de los
componentes mencionados de la demanda agregada.
Aplicaciones
prácticas derivadas del modelo keynesiano
Las
políticas recomendadas por Keynes, resultaron ser muy prácticas. Las
conclusiones resultantes del desarrollo del modelo keynesiano han sido
totalmente válidas, principalmente para los Gobiernos vigente para la época en
que fueron formuladas.
La política
económica fundamental recomendada consiste en aumentar el gasto público, lo cual provocará una expansión en
la demanda agregada. Trayendo como punto favorable de su aplicación un aumento
en la producción, el empleo y la inversión. Sus políticas del gasto público son
aplicadas por muchos de los Estados o Gobiernos del mundo.
Sin embargo, también existen detractores. Muchos economistas están en contra del planteamiento de Keynes y creen que su teoría ha impulsado a los países a descuadrar sus cuentas por el aumento del gasto público. Los economistas detractores del modelo keynesiano indican que las políticas que Keynes plantea solo crean inflación y déficit. Por tanto, a largo plazo, según indican, la actividad económica se verá mermada.
Actividades económicas o productivas:
Son procesos que a través del uso de factores
de producción crean bienes y servicios para satisfacer las necesidades de los
consumidores en la economía. Estas incluyen actividades comerciales, pues el
comercio también agrega valor a la economía. Esta definición de las actividades
económicas implica que no solo se produce para el consumidor final, sino
también se crean bienes usados como factores de producción por otros sectores
económicos que en últimas son parte de bienes más complejos que también
queremos. Por eso casi todas las labores realizadas por personas son ejemplos
de actividades económicas, desde cultivar lechugas o ensamblar un computador
hasta investigar una enfermedad o hacer llamadas de ventas.
¿Qué
NO son actividades económicas? existen actividades
que por definición no son actividades económicas. La principal diferencia es
que este tipo de actividades no participan del mercado, es decir no hay una
contrapartida económica o un beneficio económico real. Ejemplo de estas son las
labores domesticas como limpiar o lavar ropa.
Tipos
de actividades económicas o productivas
Actividades económicas del sector primario: Agricultura,
ganadería, silvicultura, pesca, caza y minería. Clasificación industrial
(ejemplos) de las actividades primarias:
Cultivos agrícolas transitorios.
Cultivos agrícolas permanentes
Propagación de plantas (viveros)
Ganadería (ganado bovino y porcino, ovejas, aves de corral etc.)
Explotación mixta
Caza ordinaria
Silvicultura y otras actividades forestales
Extracción de madera
Pesca y acuicultura
Extracción de minas y canteras
Extracción de minerales
Actividades económicas del sector secundario: Industrias
manufactureras, construcción y generación y distribución de agua, electricidad
y gas. Clasificación industrial (ejemplos) de las actividades secundarias:
Elaboración de productos alimenticios
Elaboración de bebidas
Elaboración de productos de tabaco
Fabricación de productos textiles
Confección de prendas de vestir
Transformación de madera
Fabricación de papel, cartón
Actividades de impresión
Fabricación de sustancias y productos químicos
Fabricación de farmacéuticos
Fabricación de productos de caucho
Fabricación de productos metalúrgicos
Fabricación de armas
Fabricación de productos informáticos, electrónicos
y ópticos
Fabricación de vehículos automotores
Fabricación de muebles
Suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado
Captación, tratamiento y distribución de agua
Construcción de edificios
Actividades
económicas del sector terciario: Servicios, seguros y servicios financieros,
servicios de salud, medios de comunicación, transporte y almacenamiento,
servicios educativos, hoteles y restaurantes, telecomunicaciones. Clasificación
industrial (ejemplos) de las actividades terciarias:
Transporte y almacenamiento
Transporte aéreo
Alojamiento y servicios de comida
Información y comunicaciones
Actividades financieras y de seguro
Actividades inmobiliarias
Actividades profesionales, científicas y técnicas
Actividades de servicios administrativos y de apoyo
Administración pública y defensa
Educación
Actividades de atención de la salud humana y asistencia social
Actividades artísticas, de entretenimiento y recreación
Actividades de asociaciones
¿Por
qué son importantes las actividades productivas?
Como los recursos son finitos, deben existir
prioridades a la hora de elegir qué, cuánto y cómo producir y cómo distribuir.
Esta elección es la actividad económica y depende del sistema económico. De
estas labores económicas depende la supervivencia y desarrollo de la sociedad. Si
es una economía centralizada el Estado decide la producción, su precio, quién
lo puede producir, etc. Mientras que en una economía de mercado, los individuos
privados, familias y empresas, deciden por sí mismos las características de la
producción de bienes y servicios basados en precios, costos, incentivos, etc.
Producción
de riqueza mediante la actividad económica:
Las actividades económicas crean riqueza. La combinación de trabajo, capital y
tecnología produce valor, por ejemplo extraer un recurso natural y convertirlo
en un bien de consumo o usar habilidades personales para entretener. Cualquier
forma de actividad productiva genera riqueza, pero su magnitud depende de
múltiples factores propios de cada labor, por ejemplo: la competencia en el
mercado, los costos de producción, la tecnología existente, las limitaciones
gubernamentales entre otros. Esto hace que algunas actividades económicas sean
más rentables que otras. En general la rentabilidad de la actividad depende de
su tipo. Las actividades terciarias o el sector de servicios tienen la mayor
rentabilidad, luego las actividades secundarias o industriales y por último las
actividades primarias o extractivas. Aunque es posible que debido a distintos
factores las actividades primarias sean las más rentables. Por ejemplo, lo que
sucede con una bonanza petrolera. La suma del valor a precios del mercado de
todos los bienes y servicios que produce una economía en sus diferentes
actividades económicas en un determinado periodo de tiempo y dentro de sus
fronteras geográficas se denomina PIB. De esta forma las actividades económicas
son medidas a través de indicadores: PIB nominal o PIB real.
Factores de producción
Los factores de producción se dividen en cuatro grandes categorías:
Tierra: Comprende todos los recursos naturales que pueden ser utilizados en el proceso productivo. Por ejemplo, la tierra cultivable, la tierra para edificación, los recursos minerales (oro, plata o acero), así como fuentes de energía como agua, gas natural, carbón, etc.
2. Trabajo:
Es el tiempo que las personas dedican a la producción. De esta forma, las horas
de trabajo físico de un agricultor, las horas de estudio de un investigador o
las horas de clases de un profesor, son todos ejemplos de este factor
productivo.
3. Capital:
Comprende a los bienes durables que son utilizados para fabricar otros bienes o
servicios. Así, por ejemplo, tenemos la maquinaria agrícola, las carreteras,
los ordenadores, etc.
4. Tecnología:
Se refiere al conjunto de conocimientos y técnicas que, aplicados de forma
lógica y ordenada, permiten a las personas solucionar problemas, modificar su
entorno y adaptarse al medio ambiente. Este último factor es el más reciente en
incluirse en los modelos económicos.
Cabe destacar que la tecnología es el factor que
explica gran parte del progreso de la economía moderna. Los avances
tecnológicos han permitido un enorme aumento de la productividad de los
factores y con ello de la capacidad de producción y crecimiento de las
empresas.
RETRIBUCIÓN DE LOS FACTORES DE
PRODUCCIÓN: Los diferentes elementos que componen
los factores productivos son bienes y servicios, los cuales son demandados y
afectados por diferentes mercados, con lo cual se entiende que cada uno de
ellos debe poseer un precio. El precio que se paga por el consumo de los
diferentes factores, adopta los siguientes nombres:
·
PARA EL FACTOR TIERRA: RENTA o IMPUESTOS
·
PARA EL FACTOR TRABAJO: SALARIO en caso
de relación de dependencia. BENEFICIO si se es autónomo o independiente.
·
PARA EL FACTOR CAPITAL: interés. RENTA: es la
retribución que obtiene la tierra de acuerdo al valor de su productividad.
IMPUESTO: es la prestación requerida por el ESTADO a los sujetos económicos con
el fin de atender a las necesidades públicas
SALARIO: es la retribución que obtienen los
trabajadores en relación de dependencia por la prestación de sus servicios.
BENEFICIO: es la unidad que perciben los propietarios de empresas a los largo
de un ejercicio económico o periodo determinado.
INTERES: es la retribución por el servicio de capital, o bien el precio de
préstamo o crédito
Necesidad
Es la sensación de que falta algo. Son
las apetencias y deseos que siente el hombre para lograr sus objetivos o fines.
Existen innumerables y variadas necesidades, lo que obliga al individuo a
establecer una prioridad de las mismas, esto fundamentado en la escasez de
recursos. Es decir que no puede
satisfacer todas y debe elegir entre ellas jerarquizándolas.
Características
1. Limitadas
en su número: son muchas y diversas, no las alcanzamos a satisfacer y aparece
una nueva. El avance tecnológico y la
sociedad de consumo.
2. Limitadas
en su capacidad: saciables. A medida que
incorporamos unidades sucesivas de bienes para satisfacer una necesidad, ésta
disminuye. Hasta saturarnos y luego
desaparece.
Tipos
de necesidad
1. Básicas
o primarias: son aquellas de las que depende la vida del hombre. Son imprescindibles y por ellos no pueden
dejar de ser satisfechas como alimentarse, vestirse, tener una casa.
2. Culturales
o secundarias: Son las que surgen por vivir en civilización. Definidas por la cultura, los usos y
costumbre. Se encuentran en segundo
lugar cuando se enfrentan con una básica.
3. Colectivas:
parten del individuo ej. transporte.
4. Públicas:
surgen de la sociedad ej. orden público.
5. Concurrentes:
sustituibles, dando lugar a la elección del consumidor teniendo en cuenta la
calidad, el precio, la marca y otros parámetros.
6. Complementarias:
Se satisfacen con más de un bien que se relacionan entre sí.
7. Recurrentes:
necesidades que se repiten frecuentemente (ej. alimentarse, vestirse).
8. Necesidad
de Bienes: satisfechas por cosas
materiales (ej. alimentación, vestimenta)
9. Necesidad
de Servicios: satisfechas por el hacer de otras personas (ej. educación,
salud.)
10. Presentes: de satisfacción inmediata (ej. alimentación,
vestimenta)
11. Futuras: surgen de la previsión voluntaria u
obligatoria (ej. ahorro, seguro)
Bienes:
Son todos aquellos objetos (materiales e inmateriales), destinados a satisfacer
las necesidades humanas. Para que un
bien sea considerado económico deben cumplirse algunos requisitos:
·
Escasez
existen en forma limitadas.
·
Utilidad
que sean aptos para satisfacer una necesidad.
· Intercambio deben ser transferibles, es decir que puedan ser intercambiados entre los hombres y poder satisfacer así necesidades de distintos individuos.
Tipos
de bienes:
1. Según su carácter:
A_ Bienes Libres: son ilimitados en cantidad y tan abundantes que nadie estaría
dispuesto a pagar por ellos, y no son propiedad de nadie. Un ejemplo típico es
el aire, agua
B_ Bienes Económicos: son relativamente escasos en cantidad en relación con los
deseos que hay de ellos, y son apropiables y por tanto un costo. Por ejemplo,
la comida o la vivienda, un libro o un pantalón. De su estudio se ocupa la economía.
2. Según su naturaleza:
A_ De capital: Son bienes que sirven para producir otros bienes, como por
ejemplo la máquina de coser de una modista.
No satisfacen directamente las necesidades humanas. También llamados de
inversión, se los desea por su utilización en el proceso productivo. Por
ejemplo una excavadora.
B_ De consumo: Sirven para satisfacer necesidades. Bienes finales destinados a un
consumidor. Tal es el caso de alimentos
y vestimenta lista para usarse por parte de alguna persona, o una máquina de
coser para uso familiar. Se destinan a
la satisfacción directa de necesidades. Atiende necesidades humanas.
C_ Duraderos: permiten un uso prolongado. Por ej. lavarropas.
D_ No duraderos: se ven afectados directamente por el transcurso del tiempo. Se
agotan en su primer uso. Por ej. el
pescado.
3.
Según
su función:
A_ Intermedios: Son bienes que son
utilizados en alguna de las distintas etapas de producción y están parcialmente
terminados, como es la tela, el hilo, etc.
Deben sufrir nuevas transformaciones antes de convertirse en bines de
consumo o de capital. Por ej. El acero.
B_ Finales: ya han sufrido las transformaciones necesarias para su uso o
consumo. Son aquellos que están listos para su uso. Por ej. Un automóvil.
4. Según su consumo:
A_ Privados: si son consumidos por una persona, no pueden ser consumidos por
otra al mismo tiempo. Por ej. una gaseosa.
B_ Públicos: son consumidos simultáneamente por varios individuos. Por ejemplo
el alumbrado público
5. Según la relación entre ellos:
A_
Complementarios: son aquellos bienes que requieren de otros bienes para su uso;
estos, a su vez, dependen del primero. La relación entre los bienes que se
complementan influye naturalmente sobre su demanda. Por ejemplo, si aumenta el
precio de los automóviles, disminuye su demanda, y por tanto también la del
combustible. Ejemplos de bienes complementarios_
*Automóvil y combustible: al adquirir un auto, el
usuario considera tanto el precio del coche como el del combustible que este
necesita para andar.
*Reproductores de música: un reproductor deberá
adaptarse a los formatos digitales en los que puede reproducir música.
*Agua y café: para producir café, es necesario
utilizar agua.
*Impresoras y cartuchos de tinta: al adquirir una
impresora, el usuario debe tener en cuenta también que esta utilizará cartuchos
de tinta para imprimir.
*Zapato derecho e izquierdo: si bien se venden como
un solo bien, un par de zapatos consiste en dos bienes complementarios.
B_ Sustitutos: son
aquellos bienes que pueden ser reemplazados por otros bienes que cubran la misma necesidad. Normalmente, el
consumidor realiza este cambio cuando el primer producto aumenta de precio, lo
cual genera además la disminución de su demanda. De estos bienes solo se
consume uno de los dos, ya que su uso es alternativo a la necesidad del
consumidor. De esta manera, la relación de demanda de los bienes sustitutos
será siempre en sentido contrario. Ejemplos de bienes sustitutos
*Margarina y mantequilla: la margarina es presentada
como una alternativa saludable y económica a la mantequilla.
*Tipos de combustibles: existen 3 formas de
combustible, la gasolina (nafta), el diésel (gasoil) y el gas comprimido (GNC).
Cada una se diferencia en cuanto función y precio, por lo cual son bienes
sustitutos.
*Pollo y carne de cerdo: al comer carne, los
consumidores pueden variar entre carne blanca o carne de cerdo, ya que estas
son sustitutas.
*Gaseosa y agua: el agua, en muchas ocasiones, es
sustituida por el consumo de gaseosa.
C_ Independientes: Son aquellos que no tienen ninguna relación entre si,
de tal forma que un cambio en el precio de un bien independiente no afectará a
la demanda de otro bien.
Servicios:
Son aquellas actividades que, sin crear objetos materiales, se destinan,
directa o indirectamente, a satisfacer
Demanda, oferta y el mercado
·
Un MERCADO es un conjunto de mecanismos
mediante los cuales compradores y vendedores de un bien o servicio entran en
contacto y acuerdan el precio y la cantidad del mismo.
·
Un MERCADO COMPETITIVO es un mercado con
muchos compradores y vendedores, que carece de mecanismos de control y en el
que un estrecho margen de precios se establece por lo que compradores y
vendedores deciden.
·
La DEMANDA refleja las cantidades que
los compradores están dispuestos a adquirir por cada precio. Cuanto más alto es
este, si no varían otras circunstancias, menor será la cantidad que los
demandantes estén dispuestos a comprar. Por el contrario, si el precio baja,
los compradores estarán interesados en adquirir mayores cantidades de producto.
·
La OFERTA refleja las cantidades que,
por cada precio, los vendedores están dispuestos a poner a la venta. Como regla
general, cuanto más elevado sea el precio, mayor será la cantidad ofertada.El
PRECIO DE EQUILIBRIO es aquel que permite que coincidan las cantidades que los
vendedores están dispuestos a ofertar con las que los compradores desean
adquirir. El mercado se vacía y no se producen excesos ni de oferta ni de
demanda.
LA DEMANDA
La demanda
viene determinada por los siguientes factores:
·
Precio del
mercado
·
Renta del
consumidor
·
Precio de
los bienes sustitutivos
·
Preferencias
·
Expectativas
La CURVA
DE LA DEMANDA es el grafico que relaciona e el precio de un bien y la
cantidad demandada.
Ceteris paribus es una frase en latín que significa que todas las variables excepto
la que se estudia se consideran constantes. Literalmente, ceteris paribus
significa “otras cosas son iguales.”
En el ejemplo, la pendiente de la curva de demanda es
descendente porque, ceteris paribus, el descenso de los precios
implica una mayor cantidad demandada.
Determinantes
de la demanda
·
Precio del
mercado
·
Renta del
consumidor
·
Precio del
resto de los
·
bienes
·
Gustos del
consumidor
· Expectativas
LA OFERTA
Cantidad
ofertada es la
cantidad de un bien que los vendedores quieren y pueden vender.
La LEY
DE LA OFERTA establece que hay una relación directa (positiva)
entre precio y cantidad ofertada.
Determinantes
de la oferta
·
Precio del
mercado
·
Precio de
los factores
·
Tecnología
·
Expectativas
·
Número de
productores
La CURVA
DE LA OFERTA es un grafico que muestra la relación entre el precio de
un bien y la cantidad ofrecida.
OFERTA DE
MERCADO
Oferta del
mercado es
la suma de las ofertas individuales de todos los vendedores de
un determinado bien o servicio.
Gráficamente, las curvas de oferta individuales se
suman horizontalmente para obtener la curva de oferta de mercado.
Determinantes
de la oferta de mercado
·
Precio de
mercado
·
Precio de
los factores
·
Tecnología
·
Expectativas
· Número de productores
OFERTA Y DEMANDA
·
PRECIO DE EQUILIBRIO
El precio que equilibra la cantidad ofertada y la demandada. Gráficamente, es
el precio del punto de intersección de las curvas de oferta y
demanda.
·
CANTIDAD DE EQUILIBRIO
Cantidad ofrecida y demandada al precio de equilibrio. Gráficamente,
es el precio del punto de intersección de las curvas de oferta y demanda.
El punto de equilibrio
La cantidad y el precio que se fija queda determinado a través de las curvas de oferta y demanda de ese bien o servicio. Si el precio es muy alto, los productores u oferentes estarán ofreciendo más de lo que se demanda. Cuando esto ocurre, existirán cantidades que no pueden venderse, por lo que se reducirán sus precios y, por tanto, su producción.Por otro lado, si el precio es bajo, las cantidades demandadas serán superiores a las ofrecidas, por lo que habrá escasez. Cuando esto se da, algunos consumidores estarán dispuestos a pagar más dinero por ese bien. Por tanto, el punto de equilibrio será aquel dónde se cortan las curvas de oferta y de demanda y, a su vez, se igualen los precios y las cantidades.Representando el mercado en equilibrio, punto en el que se encuentran la oferta y demanda, se deduce que para ese punto de equilibrio existe un41brio (P*) y una cantidad de equilibrio (Q*).
El equilibrio de mercado, al que se igualan los precios y las cantidades, no significa que sea justo desde el punto de vista social. Esto se debe a que habrá consumidores que no puedan pagar el precio de equilibrio. Hablamos de un elemento muy importante, dado que ese bien o servicio puede ser de primera necesidad, quedando excluido del mercado.
MERCADO: grupo de compradores y vendedores de un determinado bien o servicio.
TIPOS:
1. COMPETENCIA PERFECTA:
Las empresas ofrecen bienes que son iguales entre sí. Hay tantos vendedores y
compradores que ninguno puede influir en el precio del mercado; unos y otros
son precio aceptantes (son agentes económicos sin poder de mercado o capacidad
para influir en el precio). Ejemplos: mercado del trigo, mercado del helado,
valores como la plata o el oro, etc.
2. COMPETENCIA IMPERFECTA:
situación de mercado en la que, a diferencia de la situación de competencia
perfecta, un solo agente de los que funcionan en el mercado o unos pocos manipulan
la cantidad de producto y afectan a la formación de los precios −tienen poder
de mercado−. Hay tres tipos de estructuras no competitivas desde el punto de
vista de las empresas:
(1) MONOPOLIO: Cuando existe monopolio en un mercado, solo hay una
empresa capaz de ofrecer un producto o servicio que no cuenta con sustitutos
cercanos. De esta forma, los consumidores que desean adquirir el bien sólo
pueden acudir al monopolista y deberán aceptar las condiciones que este impone.
Por otro lado, un monopolio comercial
es una situación en donde sólo una organización controla todo el comercio con
otro país o área geográfica. No obstante, cabe destacar que existen diferentes
tipos de monopolio y su significado es muy amplio, por lo que procedemos a
desarrollarlo a continuación. Comentaremos sus características, el análisis
gráfico, así como sus causas e ineficiencias.
Características del monopolio
*En lo que sigue nos centraremos en
las principales características del monopolio:
*Un único producto/vendedor. Los consumidores se encuentran con un único
producto que además es ofrecido por sólo un vendedor. De esta forma, no tienen
otras alternativas entre las que elegir.
*El producto o vendedor pueden
influir (y suele hacerlo) sobre el precio y cantidad de mercado. Esto se
produce ya que no existe competencia en el mercado, por lo que la empresa
oferente puede actuar sobre el precio en función de sus intereses.
*No existen bienes sustitutivos. En
este caso, el consumidor no puede elegir un bien sustitutivo que le reste poder
de mercado a la empresa monopolística.
*Las barreras de entrada son muy
grandes y pueden ser de varios tipos. Cuando otras empresas intentan acceder a
un mercado en situación de monopolio se encuentran con multitud de
impedimentos. Este tipo de impedimentos pueden ser gubernamentales, economías
de escala o de la propia empresa que domina el mercado, entre otros muchos.
Cabe destacar que las barreras de entrada son
principalmente de tipo legal, tecnológico o relativas a recursos naturales. De
otro lado, no debemos confundir las economías de escala con una característica
de los monopolios. Puede que gracias a las economías de escala se origine un
monopolio, pero un monopolio no necesariamente posee economías de escala.
(2) OLIGOPOLIO: En el oligopolio, los competidores cuentan con poder de
mercado, pero a un nivel inferior que en caso del monopolio. Esto, ya que, en
vez de haber solo un oferente, existe un pequeño grupo de compañías.
Lo anterior significa que si bien
cada una de las empresas tiene influencia sobre el precio y cantidad de mercado
(no lo toman como dado), la libertad para elegir el nivel de dichas variables
se ve limitado por la existencia de otras firmas competidoras. Un caso especial
de oligopolio es el duopolio, donde existen solamente dos oferentes.
Características:
*Pequeño grupo de productores.
*Los productores pueden influir
sobre el precio y cantidad de mercado.
*Son interdependientes
estratégicamente hablando.
*Suele haber barreras de entrada
para los nuevos productores.
*El producto ofertado puede ser
indistintamente homogéneo o diferenciado.
(3) COMPETENCIA
MONOPOLÍSTICA: es uno de los tipos de competencia imperfecta, donde existen
un gran número de vendedores u ofertantes en el mercado con determinado grado
de poder para influir en la fijación del precio del producto. En tal sentido se
parece a la competencia perfecta pero aleja de esta, ya que los productos que
se ofertan no son exactamente iguales, es decir, se diferencian unos con
otros y esta diferencia le hace que las
empresas gocen de poder en el mercado y
no sean consideradas precio-aceptantes, como en el mercado de competencia
perfecta. En un mercado monopolístico, la parte
ofertante (las empresas) tienen características y se comportan como un monopolio, arraigándose del poder
en el mercado para alcanzar grandes ganancias, teóricamente maximizan sus
beneficios aunque a largo plazo merman y decaen un poco, por lo que requieren
de innovación y cambio.
MERCADO DE TRABAJO/LABORAL
El mercado laboral: El mercado laboral es aquel donde confluyen la oferta y la demanda de trabajo. La oferta de trabajo está formada por el conjunto de trabajadores que están dispuestos a trabajar y la demanda de trabajo por el conjunto de empresas o empleadores que contratan a los trabajadores.
Mercado de trabajo tiene
gran importancia para la sociedad. Su mal funcionamiento puede afectar
negativamente al crecimiento económico y al empleo de un país. Además, el paro tiene importantes
costes económicos y sociales:
·
Económicos,
ya que el desempleo supone
una pérdida de producción potencial.
·
Sociales,
por los efectos nocivos del desempleo sobre la distribución de la renta y, de
ahí, sobre la cohesión social.
De esta manera, el crecimiento, la optimización
de los recursos y cohesión social dependen, en buena medida, del correcto
funcionamiento del mercado de trabajo.
El salario es
el precio del factor trabajo. Cuantos más bajos sean los salarios reales, más
trabajo demandarán las empresas. Cuanto más elevados sean los sueldos,
más gente querrá trabajar.
La demanda de empleo está directamente vinculada a la actividad económica, de modo que solo un crecimiento sostenido de la producción puede garantizar el crecimiento del empleo en cantidad suficiente para absorber la población dispuesta a trabajar. En otras palabras, la demanda de trabajo es derivada de la demanda de bienes y servicios. Esto, porque cuando una empresa vende quiere producir más, y para ello querrá contratar trabajadores. Por tanto, si no hay producción no habrá más trabajadores que puedan ofertar su empleo.
El desempleo es un desequilibrio económico originado por la diferencia entre la cantidad de trabajo ofrecida y la cantidad de trabajo demandada, en las condiciones y niveles de salarios existentes en un momento dado en el mercado de trabajo. En sentido estricto, por desempleo se entiende el conjunto de personas en edad activa que, estando dispuestos a trabajar, no tienen empleo.
Funcionamiento del mercado laboral
El mercado de trabajo, además, tiene otras peculiaridades. A pesar de que como cualquier otro mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda, interviene el gobierno (a través de las normas jurídicas), las instituciones sociales y organizaciones colectivas como los sindicatos.
En el mercado laboral se fija el salario y las condiciones de trabajo mediante un proceso de negociación, determinándose así el nivel y la calidad de vida de los empleados. En los mercados competitivos el precio funciona como un mecanismo de ajuste, hasta que se alcanza el equilibrio. El mercado de trabajo no funciona como un mercado perfectamente competitivo, ya que tiene imperfecciones, rigideces e intervenciones desde el exterior. Imperfecciones porque tanto las empresas como los trabajadores tienen poder de mercado para influir en el salario. Rigidez porque el empleo supone una relación personal estable y tanto al trabajador como a la empresa les interesan otras condiciones además del salario. Finalmente, hay intervención de la legislación laboral en el mercado de trabajo donde se fijan las características de los contratos laborales, las indemnizaciones por despido, la fijación de un salario mínimo, entre otros
Características el
mercado laboral
·
Está
sujeto a una regulación donde se impone un precio mínimo, que es el salario
mínimo legal. Esto implica que no es un mercado de competencia perfecta porque
siempre habrá personas dispuestas a recibir un salario por debajo de ese
mínimo, pero no podrán ser absorbidas por el mercado.
·
Es
un mercado con rigidez, pues los contratos de trabajo tienen normalmente un
periodo de duración. Así, un empleado no puede ser tan fácilmente despedido (al
menos que se le pague una compensación).
·
Existen
variables externas que afectan al mercado laboral, como los cambios
tecnológicos. Estos hacen que cada vez más tareas manuales o mecánicas puedan
ser desarrolladas por computadoras o inteligencias artificiales. Así, con el
tiempo, serán más valoradas habilidades como la creatividad y la capacidad de
pensar “fuera de la caja”.
·
Puede
suceder que las entidades educativas no siempre formen a los profesionales que
demanda el mercado laboral, de modo que las personas deben adquirir
conocimientos ya estando en puestos de trabajo. Esto puede ser facilitado por
los propios empleadores mediante capacitaciones.
· Existe el llamado desempleo friccional que es cuando la persona deja su puesto laboral de forma voluntaria. Así, se toma un tiempo para encontrar otra oportunidad laboral, para estudiar, etc. Esta es una de las razones por las que no existe el pleno empleo
Oferta de trabajo: representa la cantidad de personas que ofrecen sus servicios laborales en el mercado laboral.
Población Económicamente Activa (PEA) o
Fuerza de Trabajo: está compuesta por todas las
personas que aportan su trabajo (lo consigan o no) para producir bienes y
servicios económicos, definidos según y como lo hacen los sistemas de cuentas
nacionales durante un período de referencia determinado.
Partiendo del concepto de trabajo entendido como una
actividad que genera bienes o servicios para el mercado, se consideran Ocupadas
a todas las personas que tengan cierta edad especificada (10 años o más) y que
durante un período de referencia (una semana) hayan trabajado al menos una hora.
Se incluye a:
a) las personas que durante el período de referencia
realizaron algún trabajo de al menos una hora, hayan recibido pago (en dinero o
en especie) o no por dicha actividad.
b) las personas que tienen una ocupación pero que no
estaban trabajando temporalmente durante el período de referencia y mantenían
un vínculo formal con su empleo. Integran este grupo los ocupados que no
trabajaron en la semana, por vacaciones, licencia por enfermedad u otros tipos
de licencias, suspendidos con pago y ausentes por otras causas laborales (mal
tiempo, averías mecánicas, escasez de materias primas, etc.) con límite de
tiempo de retorno. Se incluyen también dentro de esta categoría de ocupados a
las personas que tenían un negocio o empresa y no trabajaron por causas
circunstanciales durante el período de referencia.
El grupo de los Desocupados está conformado por
todas aquellas personas que sin tener trabajo se encuentren disponibles para
trabajar y han buscado activamente una ocupación en un período de referencia
determinado.
Entre estos conceptos se destaca el de subempleo
horario. El mismo se manifiesta cuando las horas de trabajo de una persona
ocupada son insuficientes en relación con una situación de empleo existente y
está disponible para trabajar más horas. Se consideran personas subocupadas
horarias a todas aquellas con una ocupación que reúnan los tres criterios
siguientes durante el período de referencia utilizado para definir el empleo:
a) desean trabajar más horas, es decir, aumentar las
horas de trabajo en cualquiera de sus empleos actuales; tener otro empleo (o
empleos) además de su empleo(s) actual(es) a fin de aumentar el total de sus
horas de trabajo; reemplazar cualquiera de sus empleos actuales por otro empleo
(o empleos) con más horas de trabajo; o combinar estas posibilidades.
b) estar disponibles para trabajar más horas, es
decir, poder efectivamente hacerlo durante un período posterior especificado;
c) haber trabajado menos de un límite de horas determinado (35 horas semanales)
en todos los empleos durante el período de referencia.
Población No Económicamente Activa (PNEA):
comprende a todas las personas, sin consideración de edad, que no son
"económicamente activas", según la definición arriba detallada. Se
incluyen también dentro de este grupo a los menores de 10 años. A partir de
estos conceptos pueden obtenerse una serie de medidas estadísticas como las
siguientes:
·
Tasa de Actividad: se calcula como porcentaje entre la población económicamente
activa y la población total (puede recalcularse según distintos límites de
edad).
·
Tasa de Empleo: se calcula como porcentaje entre la población ocupada y la
población total (puede recalcularse según distintos límites de edad).
·
Tasa de Desocupación: se calcula como porcentaje entre la población desocupada
y la población económicamente activa.
·
Tasa de Subocupación horaria: se calcula como porcentaje entre la población
subocupada y la población económicamente activa.
·
Tasa de subocupación demandante: calculada como porcentaje entre la población
de subocupados demandantes y la población económicamente activa.
·
Tasa de subocupación no demandante: calculada como porcentaje entre la
población de subocupados no demandantes y la población económicamente activa.
La desigualdad económica
es
la situación en la que la existe una diferencia relacionada con la renta,
la riqueza o bienestar
económico entre los diferentes integrantes de la población
de una zona geográfica. Normalmente,
cuando hablamos de desigualdad económica, estamos haciendo referencia a una
diferencia. En un caso simplificado con dos personas, si una persona tiene 20
dólares y otra tiene 40 dólares existe una desigualdad económica. Es evidente,
que la desigualdad es lo contrario de la igualdad. Y, en última instancia, la
igualdad implica que dos personas tienen lo mismo. Por tanto, la desigualdad
tendrá lugar siempre que diferentes personas o colectivas disfruten de una
renta, riqueza o bienestar diferentes. Por último, y antes de adentrarnos en
materia, nunca debemos confundir desigualdad con pobreza. Pobreza y desigualdad
pueden o no coexistir. Por ejemplo, una sociedad muy desigual puede ser muy
rica. Y al revés, una sociedad con altos índices de igualdad puede ser muy
pobre. Lo contrario, también podría ser cierto.
Causas de la desigualdad económica: Como
fenómeno, la desigualdad tiene unas causas. O lo que es lo mismo, una serie de
circunstancias que provocan la desigualdad. Algunas causas que pueden influir
en la desigualdad son:
Globalización
Salarios muy bajos de un sector de la población
Marcos laborales que desprotegen a los trabajadores
Cambios tecnológicos
Catástrofes naturales y guerras
Marcos legales desiguales
Desigualdad de género
Ausencia de los derechos fundamentales
Inexistencia de redistribución
de riqueza
Políticas fiscales que favorecen a las rentas altas
Falta de acceso a servicios básicos: educación, sanidad y justicia.
Corrupción
Consecuencias de la
desigualdad económica: Las causas que hemos estudiado anteriormente, motivan a
su vez una serie de consecuencias. Conviene no confundir causas y
consecuencias. Aunque, cabe indicar, que en algunos casos se retroalimentan.
Por ejemplo, la corrupción puede provocar un aumento de la desigualdad y a su
vez, como consecuencia, dar como resultado más corrupción. Entre las
consecuencias más destacadas de la desigualdad económica se encuentran:
Reducción del crecimiento económico
Huelgas de los trabajadores
Aumentos del salario mínimo
Cambios en las leyes laborales
Conflictos sociales
Delincuencia e inseguridad
Políticas fiscales que ‘penalicen’
a las rentas altas
La pobreza incluye, entre estas condiciones, el acceso a alimentos, agua potable, instalaciones sanitarias, salud, vivienda, educación, así como la información. De carecer de estas condiciones, la ONU considera dicha condición como estado de pobreza. En otras palabras, toda aquella persona que no tenga acceso a unas condiciones mínimas que permitan el desarrollo de una vida básica, pero digna. Así, la ONU, entre otras instituciones, destaca la pobreza como uno de los objetivos principales por los que trabaja dicha institución. La pobreza, por norma general, se muestra de forma más intensa en los países que están subdesarrollados, así como en vías de desarrollo.
Condiciones para
considerar pobre a una persona
Como íbamos diciendo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) establece una relación de condiciones que tratan de medir qué se considera pobreza y qué no. En este sentido, otras instituciones como el Banco Mundial también establece una relación. Sin embargo, la ONU es la organización más autorizada en asuntos de pobreza y desigualdad en el planeta.
Por esta razón, las condiciones que establece la ONU son las siguientes: acceso a alimentos, agua potable, sanidad, salud, vivienda, educacion, informacion, etc. En resumen, se considera pobreza aquella que no reúna aquellas condiciones que caracterizan a una vida digna.
POLÍTICA Y ECONOMÍA
EN LA ARGENTINA DE LOS ’90:Estallido inflacionario y reconstrucción del
poder político En 1989 la Argentina experimentó el primero de los dos
estallidos hiperinflacionarios que tuvo el país. En ese año la inflación superó
el 5600% anual. En el mes de julio de 1989, en que se hace cargo de los restos
de poder que había en la Argentina el presidente Carlos Menem, el nivel de
inflación superó el 200% mensual. Entre julio de 1989 y diciembre de 1990, hubo
un nivel de inflación superior a los 22000 %. A fines de la década del 80, la
situación política se caracterizaba por un derrumbe progresivo de la
efectividad del Estado para gobernar en todos los frentes. La explosión
hiperinflacionaria entre los meses de mayo y agosto de 1989 produce el colapso
de las finanzas públicas y deja una situación fiscal deteriorada, un creciente
endeudamiento público y las reservas internacionales en niveles mínimos. La
asunción anticipada de la presidencia por Carlos Menem en julio de 1989
constituyó el inicio de una serie de medidas políticas tendientes a restablecer
la autoridad del Estado y reconstruir sus capacidades institucionales tras el
colapso hiperinflacionario y una situación de total ingobernabilidad del país. Por este motivo, un análisis de
lo acontecido en la década de los noventa en la Argentina permite
caracterizarla como un proceso de reducción acumulativa de los niveles de
incertidumbre política y económica y de reconstrucción sistemática de la
capacidad del Estado. Por lo tanto, cuando se inicia el proceso de
estabilización de la economía mediante el Plan de Convertibilidad, en abril de
1991, la Argentina ya había restablecido y consolidado su estabilidad política
e institucional en el marco interno y externo. Las decisiones y políticas de
orden estratégico impulsadas por el gobierno del presidente Menem eliminaron las
fuentes estructurales de inestabilidad, al desarticular el sistema corporativo
público-privado que vinculó por décadas al Estado argentino con los más
diversos sectores de la sociedad y al asumir las responsabilidades de gobierno
en el marco de una profunda crisis y restablecer la autoridad y la capacidad
decisoria del Estado sin afectar el pleno funcionamiento de las instituciones
del sistema democrático. La sucesión de Domingo Cavallo en julio de 1996 en un
marco de estabilidad de los mercados, y la ratificación del respaldo popular a
las transformaciones estructurales y al Plan de Convertibilidad por una amplia
mayoría del electorado y del espectro político nacional en las elecciones
presidenciales de 1995, también contribuyeron a reforzar la credibilidad a
largo plazo de la Argentina. Más aun, la solidez del sistema financiero,
monetario y bancario del país en el marco de los sucesivos impactos de la
crisis internacional y, particularmente, tras la devaluación brasileña del 12
de enero de 1999, estableció un piso alto de credibilidad en lo referente a su
estabilidad económica y política, luego perdido en el 2000 y el 2001.
Principales logros de la convertibilidad Las instituciones fundamentales que
han permitido llevar a cabo las reformas estructurales en la década del 90 han
sido la convertibilidad y la autonomía del Banco Central. Luego de diez años de
convertibilidad en la Argentina se logra, en primer lugar, la eliminación de la
inflación (hiperinflación y mega inflación) que llega a fines de la década del
90 a niveles inferiores a los del promedio mundial y aún menores a los de
países como Alemania. En segundo lugar, el país ha tenido el ritmo de
crecimiento más alto de los últimos setenta años, aún después de las crisis
internacionales desencadenadas en México, Rusia y Brasil. Entre 1990 y 1998, el
producto bruto interno argentino aumentó un 43.7 % acumulado. Esto implica una
tasa de crecimiento promedio del 6.7% anual, incluido el crecimiento negativo
del -4.6% de 1995 debido al efecto de la devaluación mexicana. Las
exportaciones crecieron un 83% acumulado entre 1990 y 1998, pasando de 12 MM
U$S en 1990, a 26.5 en 1998, lo cual implica un incremento anual promedio del
13.8%.En tercer lugar, se producen importantes aumentos en los niveles de
productividad debido a la apertura de la economía, la modernización de los
diferentes sectores de la economía, la revolución en telecomunicaciones y a la
drástica eliminación de la inflación. En el nivel internacional, la Argentina
está en ese período entre las economías con mayores tasas de crecimiento de
productividad. Durante el período 1980-1989 la productividad evolucionaba a una
tasa negativa mientras que en la década del 90 el crecimiento promedio fue del
4,4 % anual acumulado. En cuarto lugar cabe destacar la importancia de la
inversión extranjera directa, que llegó a niveles superiores a los del resto de
América Latina y de la mayoría de los países del mundo emergente. Hacia
mediados de la década del 90, la Argentina se transformó en receptora
privilegiada de inversiones extranjeras directas, la principal fuente de
transferencia tecnológica en la economía mundial de fin de siglo.
Los límites de la convertibilidad: costo del capital y dolarización La
convertibilidad no ha logrado resolver el problema del costo del capital, que
depende de la percepción del riesgo que exista sobre los países emergentes y en
especial de la Argentina y de las crisis financieras internacionales. Tras las
series sucesivas de shocks financieros internacionales que se producen a partir
de 1995 (efecto Tequila), los mercados emergentes se ven obligados a ofrecer
mayores garantías y condiciones de estabilidad de largo plazo, a fin de atraer
capitales. Esto se vincula en forma directa con la solidez de sus instituciones
fiscales y monetarias y con las condiciones de gobernabilidad (ejercicio
efectivo del poder político democrático) de cada Estado. En la Argentina, la
persistencia de una diferencia significativa entre la tasa de interés en pesos
y en dólares es la evidencia de que, a pesar de la consolidación de la
estabilidad monetaria lograda con la ley de convertibilidad, todavía existe en
los mercados financieros la percepción de un potencial de riesgo devaluatorio.
Esto hace que el país mantenga una tasa de riesgo elevada, que se ve reflejada
en el alto costo de las tasas de interés . Por ello, y desde el punto de vista
económico y también político, la convertibilidad se ha convertido en el
principal instrumento de inserción internacional de la Argentina. Pero, a su
vez, esta inserción depende de las condiciones de gobernabilidad del país,
cuyas características son principalmente fiscales y monetarias. La experiencia
muestra que los estados que obstaculizan o interrumpen los flujos y tendencias
predominantes de la economía mundial frenan las posibilidades de que sus
economías se acerquen a los niveles de productividad exigidos por la revolución
tecnológica. El sistema de instituciones políticas desempeña un rol tan
importante como las instituciones fiscales y monetarias. Son las que ofrecen un
marco de certidumbre y garantías para el funcionamiento de la economía, y las
que estimulan o frenan la innovación, así como facilitan y garantizan los
flujos de capital, información y tecnología. Sin el control de las variables
fiscales y monetarias, el poder desaparece o se desintegra. Por ello, la
convertibilidad junto con la autonomía del Banco Central, no sólo son
instrumentos monetarios, sino también factores de gobernabilidad que poseen un
evidente significado político. La convertibilidad es, antes que un régimen de
paridad fija, una caja de conversión. Es un sistema bimonetario previamente
dolarizado en los hechos. Por ello, la dolarización no es diferente de la
convertibilidad, sino que representa su profundización. Sobre esta base podemos considerar que la dolarización no
sería, en realidad, un experimento ajeno o diferente de lo que significa la
convertibilidad. La dolarización apunta a optimizar y a profundizar la
convertibilidad, constituyéndose en la base de una nueva etapa de reformas en la
economía argentina. La experiencia de los últimos dos años de gobierno de la
Alianza En los últimos cuatro meses se han producido cinco hecho fundamentales
que permiten caracterizar la naturaleza de las dificultades que enfrenta la
Alianza que conduce la Argentina desde diciembre de 1999. 1 ) A pesar del
megacanje, materializado el 5 de junio del 2001, y el paquete de medidas
orientadas hacia la reactivación productiva anunciadas diez días después por el
Ministro Domingo Cavallo, la tasa riesgo país no sólo no bajó sino que se
incrementó. Más aún: el índice de la tasa riesgo país se encuentra hoy muy por
encima del nivel en que se hallaba cuando asumió el nuevo ministro. Esto
implica que, así como el efecto del blindaje financiero internacional, anunciado
a fines de diciembre por el ex-Ministro de Economía José Luis Machinea, no duró
más de sesenta días, las expectativas creadas por el megacanje se diluyeron en
apenas treinta días. En este contexto, las perspectivas de crecimiento de la
economía argentina de aquí a fin de año se van reduciendo semana tras semana. 2
) Los sucesos ocurridos en General Mosconi, en la provincia de Salta, en Junio
del 2001, donde hubo dos muertos y resultaron heridos veintisiete efectivos de
la Gendarmería Nacional, indican la creciente intensidad de los conflictos
sociales. Al mismo tiempo, alertan sobre la posibilidad de una reaparición de
organizaciones que plantean la lucha armada como opción política. Las
diferencias de criterio registradas dentro del gabinete nacional entre el
Ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, y el Ministro del Interior,
Ramón Mestre, reflejan la extrema inestabilidad de la coalición gobernante. 3)
La detención de Carlos Menem se convirtió en un factor adicional de
agravamiento de la situación política. La utilización procesal de la figura
penal de la "asociación ilícita" para encarcelar a un ex-presidente
constitucional por actos realizados en el ejercicio del poder constituye un
precedente altamente peligroso. Así lo revela, por ejemplo, la denuncia
formulada por el fiscal Miguel Ángel Osorio, quien pide que se investigue al
presidente Fernando de la Rúa y al Ministro Cavallo por una supuesta
"asociación ilícita" en relación al trámite del "megacanje"
de la deuda externa argentina. 4) El endurecimiento frente al gobierno nacional
reflejado en la actitud de los catorce gobernadores peronistas, con el aval del
Consejo Nacional partidario y la conducción de ambos bloques legislativos del
justicialismo, constituye la expresión de un estado creciente de enfrentamiento
que coloca al país al borde de una nueva crisis política, de mayor gravedad que
las anteriores.
En este contexto, la evidencia de que la coalición oficialista se
apresta a sufrir una dura derrota en las elecciones legislativas convocadas
para el 14 de octubre próximo, como indican la totalidad de las encuestas
convierte en altamente probable el estallido de una nueva crisis política. Esto
es así hasta el punto de discutirse si dicha crisis ocurrirá el 15 de octubre o
si irrumpirá incluso antes de las elecciones, ante la previsibilidad de un
desenlace que puede inducir a un adelanto de los acontecimientos. De allí que
vuelvan a instalarse en la opinión pública y en los medios de comunicación
diversas variantes de "acuerdos de gobernabilidad" destinados a
enfrentar la crisis. En todos esos análisis, falta empero un elemento
importante: no plantea el contenido sobre el que puede sustentarse ese posible
"acuerdo de gobernabilidad" ¿Qué otra cosa más puede hacer la
oposición para colaborar con la sustentabilidad política del gobierno , al que
hace tres meses le entregó "facultades especiales" de carácter
extraordinario para que pudiera enfrentar la crisis? En definitiva, lo que está
ocurriendo en este momento en la Argentina es que la crisis política de orden
estructural que el país experimenta, especialmente en lo referido a la falta de
control de las variables fiscales y monetarias, y que se revela en un aumento
excepcional del riesgo país, parece haber escalado un punto cualitativamente
superior a lo hasta ahora conocido, en la que el cuestionamiento de la opinión
pública al sistema político en su conjunto se concentra en quienes ejercen el
poder del Estado, el presidente Fernando De la Rúa y el ministro Domingo
Cavallo. En estas condiciones, la Argentina enfrenta un creciente vacío de
poder, en el momento en que el poder político tiene más importancia,
precisamente porque la crisis que caracteriza a la incapacidad de crecimiento
de la Argentina está directamente vinculada a la falta de confianza interna y
externa sobre el país, cuya manifestación más extrema es la debilidad y el
cuestionamiento generalizado que existe hacia el poder político. Un elemento
que conviene subrayar en este esfuerzo por comprender los acontecimientos
argentinos, es que la economía mundial establece nuevas condiciones de
gobernabilidad, es decir, de ejercicio efectivo del poder político del orden
democrático. En especial, la gobernabilidad de un Estado en un contexto de
crisis se relaciona estrechamente con la capacidad para controlar las variables
fiscales y monetarias. Esto se debe a que, en la década del 90, tanto la
Argentina como gran parte de los países emergentes, dependen estructuralmente
para su financiamiento de la vinculación que establezcan con el sistema financiero
internacional. La característica de este sistema financiero internacional es
que está totalmente desregulado y descentralizado, no es supervisado ni
controlado por ningún Banco Central o grupo de bancos centrales. Por lo tanto,
es un sistema que, como consecuencia de la revolución tecnológica del
procesamiento de la información, que permite tomar decisiones estratégicas en
tiempo real a escala mundial, es altamente descentralizado al punto de que se
ha transformado en un espacio cibernético integrado de alcance global.
La consecuencia es que el sistema financiero internacional actúa
siguiendo dos vectores. El primero se relaciona con la búsqueda de la mayor
rentabilidad préstamos o de sus inversiones. El segundo, que se cruza con el
anterior y que establece como consecuencia de ese cruce cuál es el vector
decisivo de la conducta de esos mercados, es la búsqueda de seguridad a sus
inversiones o préstamos. El cruce de la mayor rentabilidad con el máximo de
seguridad es, en definitiva lo que establece la lógica del comportamiento de
estos mercados financieros internacionales desregulados y descentralizados y
unificados por la revolución tecnológica. En consecuencia, lo que ha ocurrido
en la Argentina en el transcurso de este año y medio, es una profunda crisis de
confianza del sistema financiero internacional con respecto a la capacidad del
sistema político argentino de llevar a cabo decisiones de orden estratégico que
le permita mantener un camino previsible en su vinculación con el sistema
mundial. En el año 2000 se produjo una anomalía histórica. Hasta el año pasado,
la regla dentro de la convertibilidad era inequívoca. Esta regla de vinculación
de las nuevas instituciones económicas surgidas de las transformaciones
estructurales de la década del ´90 con el sistema mundial funcionaba de la
siguiente manera: la Argentina tendía a crecer por encima del promedio
internacional cuando la economía mundial estaba en expansión, pero cuando se
producía algún shock financiero que aumentaba la percepción de riesgo con
respecto a los países emergentes, la Argentina no sólo no crecía sino que se
sumergía en la recesión. Por este motivo la década del ´90 es la de mayor
crecimiento económico de la historia argentina, incluso superior a la del ´20,
cuando la Argentina alcanzó el nivel más elevado de crecimiento económico. Pero
al mismo tiempo, es una década donde la Argentina ha tenido que enfrentar
shocks internacionales que se transformaron en profundas recesiones internas.
El primero de esos shocks financieros fue producto de la devaluación mexicana
del 20 de diciembre de 1994, que desató el "efecto tequila", y que
fue calificada por el entonces director del FMI, Michel Camdessus, como
"la primera crisis financiera del siglo XXI". Esta crisis, que parecía
un fenómeno exclusivamente regional porque golpeó sólo a dos países
latinoamericanos, México y luego la Argentina, era en realidad el preanuncio de
las condiciones y características de los siguientes shocks financieros que se
producirían en el mundo a partir de 1995. Desde 1995, el mundo experimenta la
crisis de un país emergente o de un grupo de países emergentes cada año o cada
dos años a más tardar: en 1995 la devaluación mexicana, en julio—agosto de
1997, la caída de cinco países significativos del sudeste asiático y, luego, en
1998, se desata la moratoria unilateral rusa. La Argentina se mantuvo a pie
firme después del "efecto tequila", ante el shock provocado por las
devaluaciones de los mercados emergentes del Sudeste Asiático, pero fue
golpeada en forma directa por la moratoria unilateral rusa de agosto de 1998,
que es el origen de la actual recesión del país y que generó, ante la decisión
de Moscú de no pagar la deuda pública doméstica, una verdadera estampida de
capitales de todo el mundo emergente hacia los Estados Unidos . El resultado
fue que el conjunto de los paísesemergentes ingresó en una extraordinaria
situación de contracción financiera y con niveles distintos de recesión. La
estampida que provocó la moratoria unilateral rusa arrastró luego, en enero 1999,
a Brasil. Entre la moratoria internacional rusa y la devaluación forzada de
Brasil, la recesión de la Argentina se profundizó aún más. La crisis financiera
internacional que comenzó en julio de 1997 en el Sudeste Asiático, que pasó por
Rusia y luego por Brasil, en lo esencial terminó en julio—agosto de 1999 y duró
dos años. Casi de inmediato, el mundo comenzó a crecer nuevamente y, como era
previsible, la Argentina recuperó el crecimiento económico. Luego de la brutal
recesión que la Argentina experimentó a partir de agosto de 1998— enero 1999,
la economía del país mostró en el último trimestre del año 1999 una
recuperación del orden del 3% anual, lo que indicaba de manera acabada que se
había completado el ciclo recesivo desatado por la serie sucesiva de shocks
financieros internacionales, y que nuevamente la convertibilidad y las
transformaciones estructurales realizadas en la década del ´90, colocaban a la
Argentina en las condiciones mostradas en los últimos diez años: cuando la
economía mundial se expande, la Argentina crece por encima del promedio
mundial. La anomalía del año 2000 es de una envergadura tal que exige pensar de
nuevo el paradigma utilizado para caracterizar la relación de la Argentina con
el mundo desde 1991 en adelante. En el año 2000 no se produjeron shocks
financieros internacionales. Sin embargo, mientras la economía se recuperaba
con un crecimiento del 3% anual en el último trimestre de 1999, la Argentina,
con independencia de lo que ocurría en el mundo, transformó esa recuperación incipiente
y cada vez más acelerada, en una profunda recesión. En definitiva, lo que
ocurrió en el año 2000 fue una excepción a la regla de una magnitud tal que,
probablemente, establece una nueva regla. La Argentina tuvo en el año 2000 un
crecimiento negativo, una contracción del 0,7% del producto, que entre enero y
diciembre representó una caída del 2%, a pesar de que la economía mundial
creció en ese período 5%, la mayor tasa de crecimiento de los últimos dieciséis
años, mientras el comercio internacional se expandió el 13%. A pesar de estas
condiciones, la Argentina fue el único de los países emergentes que no sólo no
creció, sino que sufrió una contracción. Es el único que no creció en América
Latina. Los indicadores de crecimiento, publicados semanalmente por la revista
The Economist, muestran que Argentina es el único país emergente que no creció,
mientras que sí lo hicieron Colombia, Perú, Rusia, países sumidos en cruentas
guerras civiles o en graves crisis institucionales. En este sentido, puede ubicarse
el origen de la depresión que experimenta la Argentina a partir de enero del
2000, cuando se crean las condiciones internas de carácter político que
obstaculizan la recuperación de la economía del país, a pesar del contexto
internacional favorable.
La situación argentina puede caracterizarse no sólo como el
resultado de treinta y siete meses continuados de recesión. Es una depresión de
carácter estructural, resultado de la progresiva desintegración de la capacidad
del poder político para gobernar
La Argentina en suma, experimenta una situación de crisis política de orden
estructural, de largo plazo, vinculada con la falta de control de las variables
fiscales y monetarias. Esta crisis ha provocado la recesión convertida
posteriormente en depresión estructural . En el medio, la recesión modificó su
naturaleza al incorporársele la desagregación política, cuya manifestación
extrema, pero no única, fue la renuncia del ex Vicepresidente en el mes de
octubre del año pasado. A esto se sumó posteriormente el cuestionamiento a la
autoridad del Estado en las dos figuras que encarnan el escaso poder político
que hay hoy en la Argentina: el presidente Fernando De la Rúa y el Ministro de
Economía Domingo Cavallo. Hay que agregar que la crisis política que experimenta
el país no se limita al hecho de que la Alianza gobernante está en proceso de
franca descomposición política. Hay que incorporarle a la actual crisis, la
situación de horizontalización del peronismo, que impide que ,hasta ahora, se
convierta en un actor político unificado capaz de ofrecer al país una
alternativa para enfrentar la crisis y resolverla. Esto es lo que agrava la
situación y le otorga características críticas comparables al colapso
hiperinflacionario de 1989, pero con la diferencia que esto ocurría en los
últimos meses de gobierno entonces vigente y mientras ya había sido elegido un
nuevo Presidente, en un contexto internacional caracterizado por el fin de una
época histórica, el surgimiento de la globalización, la primacía de los Estados
Unidos en el sistema internacional y la existencia en la Argentina de un poder
político alternativo con una visión anticipada de los acontecimientos de
alcance mundial. En este sentido, a pesar de la gravedad de la crisis que
atraviesa la Argentina, es necesario resaltar que, en la medida en que pueda
vérsela en su carácter específico, se alejarán las visiones catastróficas que
proliferan como resultado de lo indeterminado y que sumergen en el escepticismo
y la apatía a los actores políticos y sociales.
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